El ave fénix de Podemos no resurgirá de las cenizas del Gobierno. IU debe tener un papel relevante

El llamado espacio a la izquierda del PSOE, sea eso lo que sea, está viviendo estos días en constante ebullición fratricida. Y entre los envites indisimulados que se cruzan Podemos y Sumar, hay un viejo actor que está diciendo ‘hemos vuelto’ con vocación de en realidad, nunca nos fuimos. Se trata de Izquierda Unida.

Es por eso que la visión de Gaspar Llamazares (Logroño, 1957) cobra ahora relevancia. Se conoce bien a todos los que copan titulares en las últimas semanas y, como ya no forma parte de Izquierda Unida, puede opinar desde fuera.

A fin de cuentas, ver cornadas desde la barrera permite cierta perspectiva.

Llamazares atiende a EL ESPAÑOL este viernes, un día antes de que Izquierda Unida (IU) partido del que fue líder, celebre la reunión de su Coordinadora Federal.

El partido se encuentra en un momento en el que quiere ganar autonomía, tras haber aprendido de los errores tras integrarse en Unidas Podemos y Sumar, y tras haber estado en ya dos gobiernos de coalición junto al PSOE, un socio que consideran necesario pero con el que a veces se sienten ninguneados.

Cuando usted se fue de Izquierda Unida, en 2019, dijo que lo hacía por «el deterioro de su discurso y sus métodos internos». El coordinador federal entonces era Alberto Garzón, ¿cree que ha cambiado ahora el partido?

Ahora participo a nivel local en una coalición denominada Convocatoria por Asturias, de la que forma parte IU, junto con Más País e Izquierda Asturiana. Mi problema fue con una dirección federal más cercana al adanismo y al populismo de Podemos que a la tradición y al hilo rojo de la izquierda. En Asturias se mantuvo la identidad y espero que con la nueva dirección se recupere para toda España.

¿Qué papel cree que debe jugar IU en la reordenación del espacio que llaman de la izquierda del PSOE y que ocupan actores como Podemos o Sumar?

En mi opinión, IU debe actuar con modestia, pero sin hacer dejación de su tradición de resistencia y de gobierno y su vinculación al movimiento obrero y sindical. Tiene que aprovechar la experiencia compartida de Sumar en el Gobierno de coalición y en el grupo parlamentario federal en el Congreso de los Diputados.

Desde Podemos han subido la presión a Yolanda Díaz. Pablo Iglesias incluso ha dicho que acabará en el PSOE. ¿Cómo valora este tiempo de Díaz liderando ese espacio?

Creo que Yolanda es un valor y una figura relevante, como el proyecto de Sumar. Son, hoy por hoy, imprescindibles. No comparto la facilidad con la que se extiende el certificado de defunción en la política española, como si de material fungible se tratase.

«Yolanda Díaz es un valor y una figura relevante, como el proyecto de Sumar. Son, hoy por hoy, imprescindibles»

Esta semana, Enrique Santiago abrió la puerta a salir del Gobierno, pero dijo que sería una decisión que se tomaría en el conjunto de Sumar. ¿Cree que IU debería estar dispuesta a dejar el Ejecutivo en solitario?

No es tiempo de nostalgia de lo que, por otra parte, nunca fue. La izquierda española es plural, ideológica y territorialmente. Y en estos tiempos, aún más. No contemplo nada en solitario. Ni las candidaturas, ni el proyecto político, ni los gobiernos. Es una oportunidad para superar el sectarismo que tanto daño nos ha hecho, y para colaborar y pactar más allá de la izquierda, recuperando con ello la esencia de la política.

¿Cree que IU ha sido bien tratada en las coaliciones de Unidas Podemos y Sumar? ¿Cuáles han sido los errores, en caso de que los haya, y cómo se pueden redimir?

En la experiencia reciente hay de todo en cuanto a sensación de satisfacción y también de agravio, ya sea en las coaliciones o en el Gobierno. Pero nunca en democracia hemos tenido tanta visibilidad y áreas de Gobierno. Prefiero ver lo positivo para avanzar fortaleciendo el grupo confederal y la coalición de Gobierno.

Lo ocurrido con la venta de armas a Israel y su rectificación nos muestra la necesidad de funcionar más como coalición y no como cogobierno compartido de departamentos estancos. En este sentido, la política internacional y de seguridad y defensa debe ser compartida o, al menos, debe haber la posibilidad de conocer y gestionar las diferencias sin los actuales sobresaltos.

«Podemos actúa como adversario de Sumar y del Gobierno. Su estrategia de trazo grueso replica la era del 15-M»

Las encuestas están arrojando malas previsiones para Podemos y Sumar. Es llamativo, especialmente si se compara con otras épocas mejores. ¿A qué cree que se debe?

Las encuestas muestran una situación de desilusión y desmovilización de una parte del electorado de la izquierda que representamos. Además, muestran la agitación, la ira y la indignación por parte de la ultraderecha.

La recuperación del espacio y de la ilusión del electorado dependerá de nuestra labor, sobre todo en materia sociolaboral y de vivienda, aunque no solo. Nos hace falta más gestión y, también, más calle y organización en la sociedad. En esto IU debe tener un papel relevante.

¿Se ha convertido Podemos en un rival para Izquierda Unida?

Podemos no solo se ha convertido en un rival, sino que en realidad actúa como un adversario de Sumar y también del conjunto del Gobierno de coalición. Su estrategia de trazo grueso replica la era del 15-M, pero en una situación totalmente distinta.

El ave fénix de Podemos no resurgirá de las cenizas del Gobierno de coalición. De las cenizas sólo se alimentará la ultraderecha y su influencia nefasta en el mundo, en Europa y en la estrategia del PP.

¿Cree que fue un gesto acertado que Podemos designara a Irene Montero como candidata antes de abordar cualquier proceso de unidad?

Hablar de candidatos, como en el caso de Irene Montero, es algo tan prematuro que remite más a un deseo de dar por finalizada la legislatura y presentarse en solitario frente al Gobierno, que a una voluntad de colaborar en la izquierda. No hay que confundir deseos y realidad, que es lo que lleva haciendo la derecha desde que perdió el Gobierno.

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