Entre la apoteosis de rituales que concentra el funeral de un Papa, el acto del cierre del ataud es uno de ellos. Un momento estelar que solo la supuesta ‘crème de la crème’ de las altas instancias religiosas puede degustar. Nueve cardenales y un escogidísimo grupo de obispos y sacerdotes. Sin embargo, el álgido momento va a traer polémica en el caso del sepelio de Francisco porque entre los elegidos se encuentra el cardenal estadounidense Roger Mahony, arzobispo emérito de Los Ángeles de 89 años, acusado de encubrir varios casos de pederastia entre los clérigos.
Y no será la primera vez. En la previa transición papal, antes del cónclave en 2013 que escogió a Francisco, ahora difunto, se solicitó desde Los Ángeles, sin éxito, que el cardenal Mahony no participara. Ahora, en el caso del cónclave para escoger al sucesor de Francisco, el estadounidense no participará en la votación porque está limitada a los menores de 80 años.
Mahony, que dirigió la arquidiócesis de Los Ángeles de 1985 a 2011, se ha disculpado en reiteradas ocasiones por su gestión de los casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes. En 2013, registros internos de la iglesia revelaron que, en la década de 1980, él y su vicario no expulsaron a los sacerdotes acusados de abuso ni cooperaron con las autoridades.
Una carrera meteórica
Nacido el 27 de febrero de 1936 en Hollywood, California, Roger Michael Mahony fue ordenado sacerdote en 1962 para la diócesis de Fresno-Monterey. Su carrera eclesiástica fue meteórica: obispo de Stockton en 1980, arzobispo de Los Ángeles en 1985 y cardenal en 1991, nombrado por Juan Pablo II.
Durante su mandato en la arquidiócesis más grande de Estados Unidos, Mahony destacó por su activismo en favor de los inmigrantes latinos y los trabajadores agrícolas, ganándose admiración en círculos progresistas. Sin embargo, su legado quedó marcado por el escándalo de abuso sexual que estalló bajo su liderazgo. Se retiró como arzobispo en 2011 y fue relevado de todos sus deberes en la archidiócesis en 2013.
Otros cardenales designados a participar en el rito funerario son Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio; Pietro Parolin, el cardenal obispo menor de 80 años de mayor edad y actual secretario de Estado de la Santa Sede; y Dominique Mamberti, el protodiácono que anunciará al mundo la elección de un nuevo papa.
Antes de cerrar el féretro, se leerá un acta que recuerda la vida y obras del difunto que, tras ser firmada integrantes del reducido grupo, se introducirá en un tubo de metal que se depositará en el ataúd. Posteriormente, cubrirán el rostro del papa con un velo blanco de seda yse colocarán dentro del féretro monedas acuñadas durante el pontificado