El tanque T-14 Armata incorpora un avanzado blindaje modular con el sistema reactivo Malachit y un compuesto cerámico-acero, equivalente a 1,000 mm de RHA, adaptable a diversas amenazas.
Innovaciones del blindaje modular en el T-14 Armata
El tanque ruso T-14 Armata, basado en la plataforma universal de combate Armata, presenta un sistema de blindaje modular que combina tecnologías avanzadas para maximizar la protección contra amenazas modernas. Este diseño, desarrollado por Uralvagonzavod, integra el blindaje reactivo explosivo Malachit y un compuesto cerámico-acero, ofreciendo una resistencia equivalente a 1,000-1,100 mm de RHA (acero laminado homogéneo) contra proyectiles perforantes de energía cinética (APFSDS) y hasta 1,200-1,400 mm de RHA contra ojivas de carga hueca (HEAT). La modularidad permite adaptar el blindaje a diferentes escenarios operativos, optimizando la defensa contra misiles antitanque, proyectiles de artillería y ataques con granadas propulsadas por cohete (RPG).
El sistema Malachit, considerado una evolución de los sistemas Kontakt-5 y Relikt, emplea una configuración de doble capa que mejora la capacidad de neutralizar tanto ojivas en tándem como proyectiles cinéticos. Este blindaje reactivo cubre el frente, los laterales y la parte superior del casco y la torreta, proporcionando una protección integral. A diferencia de los diseños anteriores, que utilizaban bloques reactivos en forma de “ladrillos”, Malachit está integrado de manera continua en la estructura del tanque, reduciendo vulnerabilidades y mejorando la resistencia a impactos múltiples.
El compuesto cerámico-acero, desarrollado con un nuevo tipo de acero de alta resistencia denominado 44S-SV-SH, ofrece un equilibrio entre dureza y ligereza, siendo un 15% más ligero que los aceros tradicionales utilizados en tanques rusos anteriores. Este material, combinado con capas cerámicas, permite una protección robusta sin incrementar significativamente el peso del vehículo, que se mantiene en aproximadamente 55 toneladas, considerablemente menor que los 70-73 toneladas de tanques occidentales como el M1 Abrams o el Leopard 2.

La estructura del blindaje incluye un diseño de cápsula blindada interna que protege a la tripulación de tres personas, ubicada en la parte frontal del casco. Esta cápsula, con una resistencia estimada superior a 900 mm de RHA, incrementa las posibilidades de superviv en caso de impacto catastrófico. Además, el tanque cuenta con blindaje de rejilla (slat armor) en la parte trasera y un sistema de protección activa Afghanit, que complementa el blindaje pasivo y reactivo al interceptar proyectiles entrantes mediante contramedidas cinéticas y electrónicas.
Datos clave del blindaje del T-14 Armata
- Malachit ERA: Blindaje reactivo de doble capa, efectivo contra ojivas en tándem y proyectiles cinéticos, integrado en casco y torreta.
- Compuesto cerámico-acero: Utiliza acero 44S-SV-SH y capas cerámicas, con resistencia equivalente a 1,000-1,100 mm de RHA contra APFSDS.
- Modularidad: Paneles desmontables permiten adaptar el blindaje a amenazas específicas, como RPG o misiles guiados antitanque.
- Cápsula blindada: Protege a la tripulación con más de 900 mm de RHA equivalente, mejorando la supervivencia.
- Peso optimizado: 55 toneladas, más ligero que competidores occidentales, manteniendo alta protección.
Detalles técnicos y adaptabilidad del blindaje
El blindaje modular del T-14 Armata se distingue por su capacidad de adaptarse a diferentes entornos de combate. Los paneles de blindaje, tanto reactivos como compuestos, son desmontables y pueden configurarse según la misión, ya sea en combate urbano, donde predominan las amenazas de RPG y misiles de corto alcance, o en enfrentamientos de campo abierto contra tanques enemigos. Esta flexibilidad permite al tanque mantener un equilibrio entre movilidad y protección, con una velocidad máxima de 50 millas por hora, superior a la de muchos tanques occidentales.
El sistema Malachit utiliza una matriz compuesta que, según expertos occidentales, podría incluir materiales cerámicos laminados, aunque los detalles específicos permanecen clasificados. Fuentes rusas indican que Malachit puede reducir la penetración de proyectiles cinéticos en más de un 30% en comparación con sistemas anteriores como Kontakt-5, y es capaz de contrarrestar ojivas en tándem al detonar de manera controlada para interrumpir el chorro de metal fundido de las cargas huecas. Además, su diseño minimiza el riesgo de daños colaterales a los sistemas del tanque, ya que la explosión de los módulos reactivos no compromete componentes críticos.


El compuesto cerámico-acero incorpora un enfoque novedoso, con capas alternadas de cerámica y acero que dispersan la energía de los proyectiles perforantes. Este diseño, combinado con la alta dureza del acero 44S-SV-SH, permite al T-14 resistir impactos de proyectiles como el DM63 alemán o el M829A4 estadounidense, aunque algunos analistas occidentales cuestionan si la protección es uniforme en toda la estructura, sugiriendo que la torreta podría ser menos robusta que el casco frontal.
El sistema de protección activa Afghanit refuerza el blindaje al detectar y neutralizar amenazas entrantes mediante radares de ondas milimétricas y contramedidas de “impacto duro” y “suave”. Este sistema es capaz de rastrear hasta 40 objetivos terrestres y 25 aéreos simultáneamente, interceptando misiles y proyectiles antes de que alcancen el blindaje. La combinación de Afghanit con Malachit y el compuesto cerámico-acero posiciona al T-14 como uno de los tanques más protegidos del mundo, aunque su efectividad real en combate aún no ha sido plenamente demostrada debido a su limitada participación en conflictos.
El diseño del T-14 Armata refleja lecciones aprendidas de conflictos anteriores, donde los tanques rusos enfrentaron amenazas asimétricas como RPG y misiles guiados. La integración de blindaje modular, reactivo y activo responde a la necesidad de contrarrestar tanto armas convencionales como tácticas modernas, incluyendo ataques desde arriba, como los realizados por drones. Sin embargo, la producción en serie del T-14 ha enfrentado retrasos, con solo un lote de prueba de 100 unidades entregado para evaluaciones, y la plena incorporación al ejército ruso está proyectada para después de 2025 debido a problemas fiscales y técnicos.
El desarrollo del T-14 comenzó tras la cancelación del programa T-95 en 2010, y su diseño tomó cinco años, culminando en su presentación pública durante el desfile del Día de la Victoria en Moscú en 2015. Desde entonces, el tanque ha sido objeto de interés internacional, con demostraciones para países como Egipto y discusiones para posibles exportaciones a India y China. A pesar de las críticas sobre su costo, estimado en 7 millones de dólares por unidad, el T-14 representa un avance significativo en la tecnología de blindaje, consolidando la posición de Rusia en el desarrollo de vehículos de combate de próxima generación.