La final de la Copa del Rey que se celebrará en Sevilla el próximo día 26 de abril será la sexta que ha tenido como sede La Cartuja tras el acuerdo suscrito entre la Real Federación Española de Fútbol, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla. Será el primer clásico Madrid-Barcelona y el que estrene un estadio remodelado con una ampliación de plazas hasta las 70.000 localidades por lo que la estimación es que pueda ser la edición que genere un mayor impacto en términos económicos y de promoción nacional e internacional.
Pero esta final que se celebra el sábado es además la última de las contratadas. Y a partir de ahí la Real Federación Española de Fútbol debe decidir si mantiene el acuerdo con La Cartuja o si inicia una nueva etapa en otra comunidad autónoma. «Haremos todo lo que podamos, todo lo que esté en nuestras manos para que no sea el último», apuntó el presidente andaluz.
De hecho, la Consejería de Cultura y Deporte ya ha transmitido a la Real Federación Española de Fútbol el deseo de que el estadio La Cartuja acoja futuras finales de la Copa y partidos de las selecciones nacionales de fútbol aprovechando una remodelación que lo ha convertido en el tercero con mayor capacidad de España así como los proyectos que están en marcha para mejorar todo su entorno y para adaptarlo a los requisitos necesarios para ser una de las sedes del Mundial de 2030 de España-Portugal-Marruecos.
Recepción de la Copa del Rey
El presidente andaluz ha recibido esta tarde de miércoles la Copa del Rey en un acto en el que estuvo acompañado por los futbolistas Jesús Navas y Joaquín Sánchez en el que incidió en la capacidad de la ciudad de Sevilla para organizar un evento de estas características que reunirá a más de 70.000 personas de las dos aficiones. «Estamos preparados. Vamos a tener una ciudad a tope y que va a acoger a las aficiones de los dos equipos», apuntó.
Sevilla ha sido sede de seis ediciones de la final de la Copa del Rey aunque dos de ellas, las de 2020 y 2021 estuvieron marcadas por la pandemia.