«Tenemos un capital humano, unos agricultores que saben lo que tienen que hacer . Lo único que necesitamos es que nos dejen trabajar. Y para eso necesitamos agua» y que desde el Ministerio para la Transición Ecológica «no nos tengan siempre en esa incertidumbre detrás de la oreja», es lo reivindicó ayer Roque Bru, presidente de la Comunidad General de Riegos de Levante Margen Izquierda del Segura, que convirtió el aniversario del centenario de las obras del Cuarto Canal de Poniente en La Murada (Orihuela) en el mejor argumento para reivindicar el agua: un 4 de abril de 1925 el rey Alfonso XIII y el obispo Irastorza inauguraron la llegada de agua a esta pedanía. Bru señaló que muy pronto la comisión de explotación del acueducto Tajo-Segura podrá autorizar 180 hectómetros cúbicos de agua a Alicante, Murcia y Almería gracias a las actuales reglas de explotación y una reserva hídrica histórica en los embalses de cabecera. Pero también señaló que, al mismo tiempo, se darán a conocer las nuevas reglas de explotación que, con seguridad, reducirán los umbrales máximos de referencia a la hora de trasvasar con lo que deben contar los embalses de Entrepeñas y Buendía, que alimentan el trasvase.
El de ayer fue acto multitudinario y contagiado del aire festivo que ya vive esta población oriolana en fiestas, con la presencia de la mayor parte de los alcaldes que abarca Riegos de Levante, la comunidad de regantes «más importante de Europa», se remarcó ayer, con 22.000 comuneros, y 23.000 hectáreas de riego desde La Murada, en la Vega Baja a Mutxamel y que integra a ocho comunidades de base. No faltaron los alcaldes de Elche, Pablo Ruz, y Orihuela, Pepe Vegara, en un acto que culminó con la intervención del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, que para este evento, fue recibido con los brazos abiertos.
Mazón, remarcó el que es, a su juicio, el gran trabajo del Consell en la defensa del agua «que nos corresponde,que nos merecemos, una lucha justa» en la que «la verdad nos acompaña». Y agregó: «Es el bien más preciado de la historia de la humanidad» y puso en valor la defensa de la Generalitat por un recurso «que es de todos y que beneficia a todos», frente a los que realizan recortes políticos «sin ninguna justificación» y que dicen «que el trasvase debe morir o que la desalación es la única alternativa». Para Mazón «han quedado atrás los tiempos en los que se nos acusaba de que no reutilizábamos» y «los bulos de que queríamos el agua» para otros usos distintos al agrícola. Volvió a reiterar que la Comunitat Valenciana «renueva y regenera el 40% del agua que se reutiliza en toda España». Dijo que la agricultura intensiva es ecológica y lo que se defiende es la supervivencia de 12 millones de árboles evitando la pérdida económica de 6.000 millones de euros y la desaparición, aseguró, de 15.000 puestos de trabajo.
No faltó, como hace un siglo, la presencia del obispo de la diócesis Orihuela-Alicante. José Ignacio Munilla, para bendecir con un padre nuestro el pequeño monumento conmemorativo del centenario. Para que sean cien años más de «agua que es un bien de todos», aseguró. n