Lamine Yamal, grande en los días grandes

Llevar 14 goles y 18 asistencias en todo un Barça con sólo 17 años es motivo más que suficiente para dejar en evidencia a quienes se dedican a llenar horas de televisión y radio con debates interesados desde la capital sobre las rachas de Lamine Yamal sin marcar un tanto. No se discutió su figura cuando fue uno de los líderes de la selección española para conquistar la pasada Eurocopa con un golazo en semifinales a la Francia de Kylian Mbappé que dio la vuelta al mundo. Desde entonces, futbolísticamente hablando, le ha pasado la mano por la cara dos veces más al francés en los dos Clásicos de la temporada. La punta del iceberg que refrenda que Lamine Yamal ya es grandioso en las citas más grandes.

En el 0-4 liguero del 26 de octubre en el Santiago Bernabéu metió el tercero de la noche haciendo perder los papeles a un grupo de seguidores blancos con insultos racistas. Dos meses y medio después, el 12 de enero, tras marcar en la semifinal contra el Athletic (0-2) en Jeddah, replicó el tanto inicial de Mbappé para liderar la remontada del Barça en la final de la Supercopa con un remate sutil a lo Messi inalcanzable para Thibaut Courtois. Luego fabricó la contra que acabó en el 1-5 de Alejandro Balde después de que Gil Manzano perdonara la segunda amarilla de Camavinga cuando se iba solo con 1-3 en el marcador.

Lo celebró a lo grande quitándose el regusto amargo de aquel gol no concedido en la Liga pasada en Chamartín (3-2) por Soto Grado y Sánchez Martínez desde el VAR. Lunin sacó el balón de dentro. Fue el primer aviso en un Clásico de un niño llamado a ser la pesadilla merengue durante mucho tiempo.

Mañana persigue su primera Copa del Rey para aumentar su palmarés como azulgrana en una temporada donde no ha faltado su protagonismo en otros encuentros trascendentales. En el mismo torneo del KO dio un gol a Lewandowski en la ida de semifinales (4-4) ante el Atlético y firmó un recital en la vuelta en el Metropolitano inventando una asistencia a Ferran Torres (0-1), que selló el pasaporte a la final. Allí donde dos semanas y media antes silenció la grada metiendo el gol del decisivo triunfo en el 92’ antes de que el valenciano rematara la cuenta (2-4). LaLiga puede acabar dependiendo de aquel triunfo.

APARECE CUANDO TOCA

Hay debates sobre si los 14 tantos que lleva son pocos pero los acalla al crecerse en las citas más importantes

En la Champions League, si el Barça está en semifinales es también por algunas contribuciones suyas en momentos clave. Ya en la ‘fase liga’ se lució ante el Bayern Múnich (4-1) con una asistencia marca de la casa incluida para Raphinha. Y en las eliminatorias, una versión ‘messiánica’ de Lamine emergió en la vuelta de octavos contra el Benfica (3-1) con un jugadón y asistencia sin querer al brasileño más un golazo de rosca que puso en pie Montjuïc. En la ida de cuartos, más ‘show’ contra el Borussia Dortmund y golazo con la puntera a lo Romario para meter el 4-0 que daba más de medio billete para la antesala de la final de Múnich.

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La de mañana será la tercera final de su carrera. De momento, dos de dos: Eurocopa y Supercopa española. Está a dos partidos ante el Inter de que la cuarta sea la de la Champions. Y a uno, contra Francia, de disputar la quinta con la Nations League, también en Múnich días después, si en ‘semis’ echa a Francia. Porque en cuartos, Lamine apareció cuando la Roja más lo necesitaba y metió un golazo contra Países Bajos (3-3) en la prórroga.



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