Es su palabra contra la mía, no me puedo defender de sus mentiras

Lourdes es una profesora de Lengua y Literatura que daba clases a alumnos de 2º de Bachillerato en un centro de Cáceres. Ahora ha sido suspendida de empleo y sueldo por, según ella, ser «demasiado exigente».

La profesora asegura que la han suspendido de empleo y sueldo porque de 24 alumnos han suspendido 20. «Es su palabra contra la mía, no puedo defenderme», señala.

Los padres sostienen que no hacía públicos los criterios de calificación y, según el expediente, ofrecía un trato desigual a sus alumnos y hacía comentarios despectivos a muchos de ellos.

Tras 30 años de carrera docente, Lourdes defiende que la han echado por tratar de enseñar lo mejor posible a sus alumnos. ¿Conseguirá demostrar su verdad?

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