El día empezó para muchos en Sevilla con una manifestación de taxis que provocó un atasco en el centro de la ciudad. Eso pilló por sopresa a muchos viajeros que llegaban a Santa Justa que tuvieron que buscarse la vida. Aunque todo eso quedó en una anécdota con lo que pasó después con el Real Madrid y la final de Copa del Rey de por medio.
Todo comenzó con la comparecencia de los colegiados de la final en la Cartuja. De Burgos Bengoetxea y González Fuertes reaccionaron a las duras críticas y ataques de Real Madrid TV, no sólo esta temporada, si no durante muchas temporadas. El canal de televisión blanco siempre pone bajo sospecha a los colegiados que pitan al Real Madrid y que siempre perjudican a los merengues.
De Burgos Bengoetxea, entre lágrimas, aseguró sobre los vídeos de Real Madrid TV que «cuando un hijo va al colegio y le dicen que su padre es un ladrón, eso es muy jodido». Mucho más allá fue González Fuertes que no dudó en asegurar sobre el canal de televisión blanco y sus vídeos que «no te quepa ninguna duda de que vamos a tener que empezar a tomar medidas mucho más serias de las que se están tomando. No vamos a seguir permitiendo lo que se está pasando».
Una frase, la de González Fuertes, que llegó casi de inmediato a Valdebebas y ahí comenzó el día de locos en el Real Madrid. El club comenzó a deslizar su tremendo enfado con los colegiados de la final, especialmente con González Fuertes, que estará en el VAR. No sólo eso, si no que el club blanco señaló a la RFEF por permitir la comparecencia de los árbitros antes de la final.
El Real Madrid reaccionó con un nuevo vídeo en su canal de televisión criticando a los colegiados de la final y a todo el CTA, empezando por Medina Cantalejo. No se quedó ahí y, aunque sin pedirlo de manera oficial, volviendo a deslizar que esperaba que la RFEF cambiase a González Fuertes para el partido de La Cartuja. La Federación, desde el primer momento, le dijo que eso no iba a pasar.
Con ese ambiente de enfrentamiento entre Real Madrid-Federación-árbitros los de Ancelotti llegaron a su hotel de Sevilla. Parecía que el conflicto entre el club y la Federación no iba a ir a más, pero vaya si fue. Con la sala de prensa de La Cartuja llena esperando a Modric y Ancelotti, comenzaron los rumores sobre que el Real Madrid había cancelado todo, vamos, que le iba a dar plantón a la RFEF.
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Nervios, llamadas, perguntas para acabar confirmando que no había ruedas de prensa, ni entrenamientos, ni nadie del Real Madrid iba a acudir a la cena oficial. La locura no se quedó ahí porque comenzaron los rumores sobre que el Real Madrid no iba a jugar la final.
Periodistas muy cercanos a las altas esferas blancas confirmaron esos rumores y todo se puso patas arriba. De nuevo llamadas, mensajes, corrillos, dudas, preguntas para intentar confirma eso. Mientras los rumores de que no se iba a jugar tomaban más y más fuerza, aparecieron otros, surgidos del Real Madrid que negaban la mayor y decían que el partido sí que se iba a jugar, tal y como señalaron a media tarde a Mundo Deportivo en medio de toda esa vorágine.
No quedaba otra que irse al hotel del Real Madrid para ver qué pasaba. Los aficionados fueron sustituidos por periodistas y en esas, el club blanco emitió un duro comunicado contra los árbitros e insistiendo que esperaban un movimiento de la Federación. Un movimiento que no fue otro que insistir en que no se iban a cambiar los árbitros.
Louzán, el presidente de la RFEF, llamó al Real Madrid para intentar poner calma y cordura en toda esta situación, mientras seguían surgiendo rumores de que si no había ese cambio de árbitros, el Real Madrid se iba a ir mañana de Sevilla. De locos.
Al final, habrá partido porque el club blanco emitió un nuevo comunicado diciendo que en ningún momento se habían planteado no jugar la final. Ver para creer, de los rumores, de las filtraciones sobre no jugar el partido, a nunca plantearse en no disputar la final. Así acabó un día de locos en Sevilla.
