Joan Planellas i Barnosell (Girona, 1955) es arzobispo de Tarragona desde 2019, cuando fue nombrado por el papa Francisco. Doctor en Teología y con una larga trayectoria como profesor y decano en la Facultad de Teología de Cataluña, Planellas es una voz clave de la Iglesia catalana. Su designación fue interpretada como un gesto del Pontífice hacia una Iglesia más próxima y dialogante. Cercano al estilo de Francisco, defiende su visión de una Iglesia más evangélica y servidora en esta entrevista con EL PERIÓDICO.
¿Cómo recibió personalmente la noticia de la muerte del papa Francisco?
Con sorpresa y con cierta incredulidad. Pensé que era una noticia falsa. No me esperaba que al día siguiente de haberle visto en la plaza de San Pedro, paseando en el ‘papamóvil’, fuera a producirse este desenlace. Y al asumirlo, sentí consternación. Pasaron ante mí sus 12 años de pontificado. Recordé su primer día como Papa, en el balcón de la plaza, ya mostrando sencillez y naturalidad. Y su segundo día, cuando en una rueda de prensa dijo que quería una Iglesia pobre y para los pobres. Eso me causó una gran impresión porque yo acababa de realizar un estudio sobre la Iglesia de los pobres en el Concilio Vaticano II. El Papa defendió ya entonces una Iglesia más austera, más evangélica.
«La vida es compleja, no es un excel. Y el Papa nos lo ha hecho ver, especialmente en temas morales»
El papa Francisco fue una figura profundamente humana y pastoral. ¿Qué legado cree que deja?
Resumiría su legado en seis puntos. Por un lado, quiso una Iglesia que sale a la calle, que está en medio de la sociedad, no recluida. En segundo lugar, la transmisión de la alegría del Evangelio. Tercer elemento, la misericordia hacia todos. El Papa defendió una Iglesia samaritana. Lo sacó del Pablo VI, que hablaba en el Concilio Vaticano II del buen samaritano. Es interesante el vínculo entre Francisco y Pablo VI. En cuarto lugar, un legado de paz; Francisco estaba muy preocupado por las guerras en Ucrania y Gaza y a ellas dedicó sus últimas palabras el domingo de Pascua, recordando que la solución no es una carrera armamentística. Resultó curioso escuchar a Pedro Sánchez expresar su dolor por la muerte del Papa y a continuación explicar los planes de rearme de España. Quinto legado, la Iglesia pobre y para los pobres y con atención a los migrantes. La Iglesia se ha de implicar, empezando por ser ella misma austera, de acuerdo con lo que predica. Y en sexto lugar, la ecología. Francisco fue el primer Papa que dedicó una encíclica a este tema propugnando un nuevo equilibrio basado en el respeto a la dignidad del ser humano.
¿Cómo cree que su legado ha impactado en la Iglesia catalana?
En líneas generales el mensaje de Francisco ha sido bien acogido en Cataluña. La Iglesia es plural y hay de todo pero yo he visto y sentido la simpatía por el Papa y la buena acogida a su visión de la Iglesia.
«Resultó curioso escuchar a Pedro Sánchez expresar su dolor por la muerte del Papa y a continuación explicar los planes de rearme de España»
El Papa despertó resistencias dentro de la misma Iglesia.
Fue un hombre que abogó por una renovación profunda frente a las voces que defendían que ‘esto siempre se ha hecho así’. Eso crea resistencia al cambio, cosa que es intrínseca al ser humano. En toda reforma ha habido resistencias de años. Los cambios cuestan.
¿Cuál cree que es su legado más transformador en la curia?
Quería una Iglesia sinodal. ‘El Espíritu Santo actúa comunitariamente’, decía el Papa. Nos ha ayudado a entender una manera de trabajar, más sinodal, con más sencillez y más transparencia. Quería una curia transparente. Eso generó resistencias.
«El Papa decía que si una mujer podía hacer algo, que lo hiciese»
Francisco abrió puertas a una nueva manera de abordar temas como la familia, los divorciados vueltos a casar o la homosexualidad. ¿Qué lectura hace de este cambio?
Los críticos le afearon que cambiaba la doctrina. No es cierto. Lo que ha cambiado es la manera en que la Iglesia ha de acercarse a personas concretas con sus problemas concretos. Hay grupos minoritarios en la Iglesia que ven la doctrina como un excel, cuadriculada. La vida es más compleja. Y el Papa nos lo ha hecho ver, especialmente en temas morales. Si vamos por la vida con la moral cristiana por delante, nos equivocamos. Divorciados, homosexuales.. se ha de acoger, acompañar y ver lo positivo de cada persona. La vida es compleja, no es un excel. La clave es la misericordia como criterio fundamental de la acción pastoral. Y eso hizo saltar alarmas en ciertos sectores de la Iglesia.
«Si vamos por la vida con la moral cristiana por delante, nos equivocamos»
Le quedó pendiente que las mujeres tuvieran un papel más relevante.
Era un tema que le preocupaba. Él decía que si una mujer podía hacer algo, que lo hiciese. Y nombró a mujeres en dicasterios. En las parroquias, está claro que las mujeres son clave. En Tarragona, yo tengo más mujeres que hombres como delegados diocesanos. En el Sínodo, la ordenación femenina quedó como tema abierto. Dios dirá, queda para el próximo papa. Se ha avanzado pero es un tema complejo porque se ha de tener en cuenta a otras iglesias, como la ortodoxa. En Occidente hay cosas que las vemos muy obvias. El Papa no quiso romper. Hemos de ir trabajando escuchándonos.
«Cuando fui a Roma tras ser nombrado obispo me sorprendió que el Papa sabía todo de mí, de Tarragona, de Cataluña. Tenía una memoria prodigiosa»
Ahora se abre un cónclave para elegir sucesor. ¿Qué perfil cree que necesita hoy la Iglesia?
Un perfil de renovación, que siga los pasos de Francisco, abierto, de diálogo. La Iglesia siempre necesita reformas. Será difícil que el próximo Papa tenga el mismo talante que Francisco porque es imposible tener un clon, y cada uno tiene su estilo, su carácter y su manera de hacer. Pero seguro que el cónclave elegirá a un papa con espíritu renovador. Es lo que queremos la mayoría de obispos, una Iglesia más evangélica, samaritana y servidora.
«No creo que haya retrocesos: el nuevo Papa seguirá en la línea de Francisco»
¿Existe el peligro de un retroceso en algunas de las aperturas realizadas por Francisco?
No creo. De los 133 cardenales electors, el 80% fueron nombrados por el Papa, por tanto tienen un perfil renovador, en la línea de Francisco. Estoy plenamente convencido de que el nuevo Papa estará en esta línea.
¿Hay alguna anécdota que recuerde especialmente de algún encuentro con el Papa?
Cuando fui a Roma en 2019 tras ser nombrado obispo me sorprendió que el Papa sabía todo de mí, de Tarragona, de Cataluña. Tenía una memoria prodigiosa. En 2023, el Papa recibió a los obispos catalanes con motivo del 800 aniversario de la Cofradía de Montserrat. Yo había escrito una carta pastoral en la que decía que cada cristiano ha de ser como una madre que lleva el Evangelio. ‘Qué tema más lindo’, dijo Francisco. Para él la idea de la maternidad, de que todos hemos de ser madres, era muy querida.
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