Primero la imposición de aranceles, después las negociaciones a contrarreloj. Ese ha sido el planteamiento del presidente estadounidense, Donald Trump, desde el principio con su guerra comercial abierta hacia todos los países del mundo. Y aunque al principio parecía que las reuniones posteriores serían duras, el republicano ha suavizado el tono a medida que pasaban los días. Algo similar ocurre con la Unión Europea (UE). El ministro de Economía, Empresa y Comercio, Carlos Cuerpo, ha asegurado desde Washington que tanto desde la UE como desde Estados Unidos «hay una voluntad de llegar a un acuerdo y hacerlo en este marco de los 90 días que nos hemos dado para negociar«.
Cuerpo ha explicado tras su reunión con el representante de Comercio de Estados Unidos, Jamieson Greer, que «ha habido demandas concretas por parte de Estados Unidos sobre qué es lo que esperan» porque, al fin y al cabo, el problema reside en la «falta de claridad sobre qué quieren exactamente». Sin embargo, ha añadido que ninguno de los dos ha entrado en detalles, puesto que este asunto corresponde a los negociadores de ambas partes.
«Hay que darle tiempo a esa negociación«, señaló, con el fin de poner el marco detallado que interesa a cada uno sobre la mesa, y acto seguido, ir «limando» esas diferencias para llegar a un acuerdo. Eso sí, en la reunión sí se ha mencionado la llamada ‘tasa Google’, mencionada también por el secretario de Estado de Comercio estadounidense, Scott Bessent, hace una semana. Sobre esta cuestión, el ministro ha asegurado que se trata de una discusión que se tiene a nivel de la OCDE que también ha sido llevada a cabo por países como Francia o Reino Unido.
Tras la reunión, Cuerpo ha asegurado que su sensación es que, «si hay un acuerdo, se podría bajar por debajo del 10% de la tarifa que se considera como base«. Todo depende de si los distintos países, y también la UE, consiguen reducir el déficit comercial que tiene Estados Unidos respecto a sus grandes socios comerciales. «En este sentido, lo que tenemos que encontrar entre todos es una forma de acercarnos a este problema de tal forma que sea en beneficio de todos», añadió.
América «no tiene que ir sola»
En el marco de las Reuniones de Primavera celebradas esta semana por el Fondo Monetario Internacional (FMI), donde se rebajaron las previsiones de crecimiento de todos los países por las tensiones arancelarias a excepción de España, Bessent criticó a las instituciones nacidas de la Conferencia de Bretton Woods y afirmó que necesitaban una reforma. En su discurso también utilizó una modificación del lema de Trump al ‘America First means not America Alone’.
«Tenemos que entender que sigue estando en el orden multilateral y que sigue apostando por este orden y por las instituciones que lo componen, como son el FMI y el Banco Mundial», afirmó Cuerpo. «Ellos tienen evidentemente tienen unas demandas con respecto a cuáles tienen que ser las funciones o la futura actuación de estas instituciones», apuntó aludiendo a seguir con la lucha contra el cambio climático como un bien público.