Salvando la temporada

Un aspecto positivo del fútbol, que hoy los regalo: encariñarse con algún equipo durante unos meses por razones tenues, sin ataduras tóxicas, y poder abandonarlo sin remordimientos cuando la magia se marchita. Ese equipo que te da poco, pero todo bueno, y aún te pide menos a cambio. Aquel Rayo de Iraola, el Girona del año pasado, quizá incluso este Celta durante algún rato. Comprarte la camiseta y encontrarla años después en el armario tras haberla olvidado. Ir a jugar una pachanga con el 20 de Mostovoi en la espalda. Como un año de Erasmus. Una brisa que te despeina con cuidado. Un amor ligero de verano.

Fuente