Con motivo del Día de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, que se conmemora cada 28 de abril, las organizaciones Hermandad Obrera de Acción Católica (Hoac) y Juventud Obrera Cristiana (JOC) han organizado para este sábado 26 de abril una concentración en la Plaça de Baix en Elche con el lema «El trabajo decente: un bien para la salud mental». Apoyan esta acción los sindicatos UGT y CC OO con el lema «Cuidar el trabajo, cuidar la vida».
Según indican las entidades convocantes, «el respeto a la normativa laboral, unas buenas condiciones laborales, la formación, un entorno saludable y unos medios adecuados de prevención, son mínimos indispensables para hacer frente a las enfermedades laborales y a los muertos por accidente en el trabajo». Así, en el ámbito de la salud y la prevención laboral, los sindicatos se muestran muy preocupados por «el índice de absentismo y de enfermedades laborales relacionadas con la salud mental, en aumento imparable en los últimos años».
Bajas por ansiedad y depresión
Como ejemplo, indican que en 2023 las bajas laborales relacionadas con trastornos mentales y del comportamiento (sobre todo ansiedad y depresión) fueron en todo el estado cerca de 600.000. «Y eso supone más del doble que siete años anteriores. Diversos factores individuales, familiares, comunitarios y estructurales pueden combinarse para proteger o bien debilitar la salud mental de las personas».
Recuerdan asimismo que la precariedad de los trabajadores asalariados y la situación de desempleo son los dos factores más importantes relacionados con tantas bajas por problemas de salud mental. «Trabajar puede ser una actividad gratificante, saludable, llena de sentido incluso divertida, pero también puede convertirse en un suplicio insoportable que nos hace enfermar y puede llegar a matarnos (por enfermedades profesionales o por suicidio)», enfatizan en la convocatoria.
Cartel de la convocatoria de este sábado en la plaza de Baix / INFORMACIÓN
Precariedad
«Ser precario implica vivir una vida insegura, ser más frágil, ver proyectos frustrados, ser un exiliado económico, ausentarse de la vida, así como envejecer y morir antes de hora. Las personas con problemas de salud mental tienen, como también el resto de los ciudadanos, derecho a un puesto de trabajo. De hecho, un trabajo en un entorno saludable y seguro puede contribuir a la recuperación y a la inclusión en la sociedad. Pero la realidad es que alrededor del 80% de estos enfermos están parados«.
Llamada a la sociedad
Por ello, «la Iglesia, y la HOAC y la JOC como movimientos de cristianos comprometidos en el mundo del trabajo, acompañados por los sindicatos CCOO y la UGT, hacemos una llamada a la sociedad sobre la situación de tantas personas que, por padecer una enfermedad mental no encuentran un lugar de trabajo adecuado y otras, que debido a las condiciones laborales terminan padeciendo una enfermedad mental», concluyen estas entidades.