‘Comprender el problema de la vivienda’ es el título de la conferencia que ofrece Javier Gil este jueves (19.00 horas) en La Colectiva Espacio Sociocultural (paseo de Chil, 3) de la capital grancanaria. La entrada es gratuita.
¿En qué proporción es responsable de los problemas del acceso a una vivienda el parón constructor que siguió al crack del sector inmobiliario?
En ninguna. De 2008 a 2013 se hundieron los precios de la vivienda y las compraventas. Ahí se llevó a cabo lo que denomino el arreglo político-financiero.
¿A qué otorga ese nombre?
A la intervención del sector inmobiliario español que buscó forzar la entrada de los fondos de inversión. El Gobierno impulsó medidas legislativas: rescates bancarios, creación de la Sareb (banco malo ), reforma de la ley de las socimis y de la ley de arrendamientos urbanos; aprobación de las golden visa, venta de vivienda pública, al menos en Madrid, a Goldman Sachs y a Blackstone para que entraran creando expectativas…
¿Con qué objetivo?
Generar un nuevo ciclo de especulación en el que esos grandes fondos de inversión iban a comprar todas las viviendas de los bancos españoles. Se devaluaron cientos de casas de las que se desahució a familias, se convirtieron en activos tóxicos y como suponían un riesgo para el conjunto del sistema financiero y bancario español y europeo, porque gran parte de esas deudas las tenían bancos españoles con bancos franceses y, sobre todo, alemanes, se puso una alfombra roja para que los grandes fondos adquirieran las viviendas en condiciones muy ventajosas.
«En 2013 se puso una alfombra roja para que los grandes fondos adquirieran las viviendas en condiciones muy ventajosas»
¿En qué desembocó esa estrategia que describe?
En el nuevo ciclo de especulación del que le hablo, en el que no hay crédito para los hogares. Con anterioridad, las viviendas las compraban quienes iban a vivir en ellas o quienes querían una segunda residencia. A partir de 2013 son las rentas más altas de este país o las oligarquías internacionales, quienes las adquieren para destinarlas al alquiler, residencial o turístico. Eso es lo que genera lo que ahora estamos viviendo, porque desde entonces el modelo ha ido creciendo y fortaleciéndose. Cada vez son más las personas que no pueden comprar una vivienda, tienen que vivir de alquiler y este es cada vez más caro.
¿En que proporción suman al problema los pisos turísticos?
Los alquileres vacacionales no son el problema, pero influyen, porque es mucho más rentable una vivienda alquilada a turistas por cortos periodos de tiempo que a la población local que la necesita para vivir en ella. La flexibilidad de la vivienda como activo, la expectativa de negocio, aumenta; si no funciona en un segmento, me paso al otro, como ocurrió durante la pandemia, cuando no había turistas. Superado ese mal momento, retornaron al vacacional.
«El de los pequeños tenedores de pisos turísticos no es un modelo para redistribuir los beneficios y sí una causa principal de la crisis de vivienda»
¿Tienen razón los pequeños tenedores de vivienda vacacional cuando afirman que la regulación tiene como objetivo dejar la rentabilidad de la actividad turística a las grandes corporaciones?
Es un falso dilema. Obviamente, si prohíbes que los caseros saquen sus propiedades al mercado turístico, tienen menos competencia los actores de mayor tamaño, pero eso no puede significar que se deje de regular la actividad; tanto esta como todo el sector inmobiliario. Hay que eliminar sus impactos negativos. El de los pequeños tenedores no es un modelo para redistribuir los beneficios y sí es, sin embargo, una causa principal de la crisis de vivienda.
Una de cada cinco casas canarias está vacía. ¿Cómo hacer que salgan al mercado?
Necesitamos un impuesto sobre la vivienda vacía como el francés, no es suficiente con subir el IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles). En Francia se aprobó al final de la década de los 90, se ha reforzado y funciona muy bien.
¿Cómo se aplica?
Viene a decir que una vivienda que lleva vacía más de un año debe pagar el 25% del valor que tendría en el mercado del alquiler. Si yo puedo alquilar una vivienda por 1.000 euros al mes y la mantengo vacía, debo pagar 250 euros mensuales. Eso desmotiva a quienes las adquieren sin otro fin que el especulativo y favorece que crezca la oferta. No es una teoría, solo hay que mirar a Francia para comprobar que funciona.
«En nuestro país la propiedad privada no es un derecho absoluto, está sujeta a su función social»
Se trata de una propiedad privada. ¿Es posible obligar a un propietario a alquilar?
El sistema francés mantiene la capacidad de elección. Si en el ejemplo que le ponía alguien decide que es mejor pagar 250 euros cada mes, es asunto suyo. De todos modos, en nuestro país la propiedad privada no es un derecho absoluto, está sujeta a su función social. En un contexto como el actual, no se pueden permitir actitudes especulativas que influyan en uno de los principales problemas sociales de este país.
Sitúeme el problema de la ocupación. ¿Es grave? ¿Crece? ¿Se exagera su incidencia?
Por supuesto que se exagera, hay una gran confusión. Si mientras yo estoy ahora en Canarias entran a vivir en mi casa, a ocuparla, o me ocurre lo mismo en una segunda residencia aunque no viva en ella y solo la utilice en verano, se está cometiendo un delito de allanamiento de morada. Es un delito penal y los autores serán expulsados inmediatamente y juzgados. Para que una persona ocupe y sea una usurpación, la vivienda tiene que estar vacía. ¿Quién se puede permitir tener viviendas vacías en Canarias? Obviamente, bancos, fondos de inversión y grandes especuladores; por eso se lanzan estas fuertes campañas contra la ocupación. El objetivo es distorsionar la realidad para conseguir cada vez regulaciones más favorables para los inversores. Ahora hablan de inquiocupación para reforzar las leyes contra los inquilinos y poder iniciar procedimientos de desahucio con un simple retraso en el pago del alquiler.
«Lo de la ocupación se exagera, es una campaña que busca regulaciones más favorables para los inversores»
¿Es posible frenar la compra por parte de ciudadanos de otros países cuyos ingresos son mayores que los de la población local?
No importa si son de otro país o españoles. Este gran negocio del alquiler está partiendo la sociedad y tiene que eliminarse; da igual la nacionalidad. Es un problema que debe regularse porque está en el origen de una de las principales causas de desigualdad que existen a día de hoy en este país.
Pero el hecho es que en la misma Europa hay salarios mucho más elevados, lo que permite a los vendedores subir precios.
La cuestión es si estamos dispuestos a que sea el dinero lo que determine quién se queda con las viviendas y quién vive en cada sitio. El territorio, las sociedades y las ciudades no se pueden organizar solo bajo criterios mercantiles, porque si no, a costa de las mayorías sociales generamos paraísos para quienes tienen mucho.
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