Ha sido un trabajo de introspección y de terapia, de hablar conmigo mismo

Recycled J ha desenvainado su espada lírica este miércoles para presentar San Jorge Vol. 2, la segunda parte de su álbum más ambicioso hasta la fecha. Coincidiendo con el día del patrón aragonés, el artista madrileño lanza 13 nuevos temas que completan un doble disco de 30 canciones, donde fusiona trap, electrónica y una estética medieval que evoca a caballeros y dragones. Entre las colaboraciones destacan nombres como Aleesha, Natos y Waor, Cruz Cafuné, Israel B, Abraham Mateo, Julieta y Suave, aportando diversidad y riqueza al proyecto

No hay viaje sin herida, ni arte sin desgarro. San Jorge es el eco de un artista en mayúsculas que ha vivido lo suficiente como para entender que el pasado nunca se deja atrás, solo se aprende a cargarlo. Treinta canciones, treinta estaciones de un mismo viacrucis donde Recycled J y Jorge Escorial se enfrentan a su propia sombra. Amor, duelo, identidad: todo se enreda y se desgarra en un viaje sonoro de más de 90 minutos que no busca respuestas fáciles.  

A lo largo de su prolífica carrera, primero como Cool y luego como Recycled J, Jorge Escorial ha desafiado las convenciones establecidas, adelantándose a su tiempo y demostrando una capacidad innata para forjar su propio camino, sin someterse a las presiones del mercado. De tocar por una botella de Ron Brugal a abarrotar las principales salas del país. Más de una década de altibajos. Un largo camino sin atajos porque el alma nunca ha estado en venta.

Desde 2020, la idea de un disco total revoloteaba en su cabeza. Sin embargo, no fue hasta que la vida impuso su propio ritmo que San Jorge tomó forma. Tras la luminosidad pop de Casanova, el madrileño regresa a un territorio más visceral y honesto, un viaje de vuelta a casa, pero con la carga de lo vivido a cuestas. «El camino ha sido costoso», admite en una conversación con ElPlural.com en su barrio natal, Carabanchel, reconociendo que este ha sido el proyecto más exigente de su carrera, el que ha demandado más verdad.

El simbolismo atraviesa todo el proyecto: la iconografía, la secuencia de los temas, incluso la manera en que la historia se despliega. No es un álbum, es un manifiesto, una era. Un relato sobre la lucha, la metamorfosis y la supervivencia. Nada de coches, drogas y mujeres. Amor y muerte emergen como los grandes ejes de la obra, filtrados a través de la pérdida, la familia, la amistad y la eterna búsqueda de la identidad. Un rapero del siglo XXI.

Respecto a las colaboraciones, más que un desfile de nombres (Hoke, Ill Pekeño, Ergo Pro, Mvrk, Juicy BAE…), Recycled J ha reunido a cómplices, no a invitados. «Todos han escrito sus partes y se han empapado del concepto de San Jorge«, explica el madrileño. No hay artificios ni estrategias de mercado: hay piel, hay carne, hay memoria compartida. Un intercambio sonoro con el que la obra se vuelve aún más grande. Ya saben: si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado.

En esta conversación, Recycled J nos habla de la tensión entre su personaje artístico y su yo más vulnerable, del impacto de la muerte en su obra y de cómo San Jorge ha sido una catarsis imprescindible. Y aunque en sus versos deslice que «después de San Jorge me retiro», la verdad es que su historia está lejos de haber terminado. Pasen y lean.

San Jorge, un viaje visceral entre el amor, la muerte y los demonios internos

PREGUNTA (P): San Jorge es tu proyecto más ambicioso hasta la fecha. ¿Cómo surgió la idea de hacer un doble álbum y qué desafíos enfrentaste en su desarrollo?

RESPUESTA (R): El camino ha sido costoso, la verdad. Había documentos ahí en 2020 del por qué hacer un álbum, no era ni un doble álbum, era un álbum. ¿Por qué? Porque yo siempre me había agarrado a los EPs, a que también las cosas que mejor me habían funcionado eran EPs, en los que me es más fácil concretar una idea de cuatro canciones con un imaginario.

Y la idea de hacer un álbum de rap tan denso y tan largo la tuvimos que pensar bien, tranquilamente. Luego, conforme lo que me ha ido deparando la vida, tanto en lo bueno como en lo malo, me ha ayudado a construir lo que es a día de hoy. Es verdad que tenía ganas de hacer un álbum más asentado; en un principio iba a salir antes que Casanova, luego al final decidimos que primero fuese Casanova, con ese mundo pop más mainstream, y luego volver a estos orígenes, pero más asentado. Y así ha sido.

P: El disco cuenta con colaboraciones tanto nacionales como internacionales. ¿Seleccionaste las colaboraciones y luego lo que querías hacer o tenías claro lo que querías hacer y luego ya buscabas la colaboración?

R: Había por los dos lados. Había gente que yo sabía que quería que estuviese. Es decir, con Maikel Delacalle nunca había hecho nada y yo quería que estuviese en el álbum de alguna manera. La idea era eso. Pero cuando de repente yo tengo una canción como la de Sincero, que es medio un R&B, dije: ‘Está es la oportunidad para meter a Maikel y luego Dios sabe si voy a sacar otra cosa o no’. Entonces fue como que esté aquí Maikel.

Luego, Hoke, tenemos muy buena relación desde hace años y ahora se dio la oportunidad de hacerlo. Igual con la Juicy, que nos conocemos desde hace cinco o seis años… Todos han salido un poco de esa manera natural. Elegí gente, es cierto. Pero sobre todo lo que quería era que los que estuvieran tuvieran un sentido. Lo que no he hecho ha sido tener una canción abierta y ver quién se monta. Aquí todos han escrito sus cosas y se han empapado de San Jorge.

San Jorge, el puto álbum que lleva mi nombre
el puto álbum que me hizo un hombre
porque yo encuentro la luz en donde tos’ se esconden

P: Aún queda por descubrir la segunda parte del álbum. ¿Puedes adelantarnos algo? ¿Alguna sorpresa? ¿Alguna diferencia?

R: Te puedo decir que va a haber más temas de la cara oscura, por así decirlo, del disco dos que del disco uno. Que hay otras tropecientas colaboraciones… Y quien quiera saber más, que venga al Tour, que desde la primera fecha, que es el 28 de febrero en Barcelona, vamos a ir enseñando los temas. Entonces quien quiera saber más que venga al Tour.

P: En el disco dices “doble vida como Spiderman”, haciendo referencia a la dualidad que muchos artistas viven. En tu caso, ¿sientes que Recycled J y Jorge Escorial siguen siendo dos identidades separadas o cada vez están más fusionadas?

R: Por suerte o por desgracia, y, al fin y al cabo, somos la misma persona. Eso que se dice de diferenciar el arte del artista, la persona del personaje… pero al final es lo mismo. Si yo tomo una decisión como Recycled J la estoy tomando como Jorge. Al final todo converge en lo mismo.

Recycled J es mi proyecto artístico, mi personaje, mi empresa, mi negocio… pero al final quien está escribiendo las letras es Jorge. Entonces sí es verdad que puedo rebuscar para decir que esto suene más a este tipo de Jorge, o al otro, pero al final todos son también tipos de Recycled. Me cuesta hablar de mí en tercera persona.

P: ¿Y cómo escapa Jorge de Recycled?

R: Es muy difícil, me cuesta escapar. Pero la solución, haciendo San Jorge. Este ha sido un buen trabajo de introspección y de terapia, como de hablar conmigo mismo, de encontrar qué es lo que quiero hacer, de mirar en el pasado y coger cosas que ya he hecho y reformular. Es un poco eso, para escapar uno tiene que mirar dentro de sí mismo.

P: El disco cuenta con una fuerte carga simbólica, tanto en su estética como en su narrativa. ¿Crees que un disco debe ser algo más que una colección de canciones?

R: Sí, sí, sí, sin duda. Para mí eso es más como una mixtape y yo eso lo considero más como los EPs. Pero es que incluso con los EPs soy un loco y trato de que todo tenga sentido y que esté muy unido, hilado. Para mí un álbum lo entiendo como un disco, un proceso entero; y esto que es un doble álbum es más como una era.

Yo no invito a la gente a que se ponga el disco uno y llegue hasta el disco dos dos horas más tarde, sino que, cuando todo ya ha salido, si te apetece escuchar el disco uno, escucha el disco uno, y si te apetece escuchar el disco dos, escucha el disco dos.

Hay mucha simbología que conforme va avanzando el trabajo se va entendiendo, como el corazón que tenía Casanova, que eran las dos ‘C’ de Casanova y formaban un corazón de espino por la rosa de Casanova, ahora se convierte en una cruz, que son los cuatro corazones realmente, y es como una interpretación de la Cruz de San Jorge y a la vez el yelmo que llevo es ese mismo motivo pero deformado. Hay un simbolismo detrás de todo y esto lo hago con un álbum, con un single no lo haría.

P: La muerte es un tema recurrente en el álbum, no solo en referencia a tu padre, sino también en un sentido más amplio. ¿Cuál es tu relación con la muerte y cómo se refleja en tu música?

R: Ha influenciado mucho en el disco. Primero desde una parte más introspectiva en la que en canciones como Sincero se acababa de morir mi abuela. Estaba triste y escribo esa canción.

Luego, cuando yo escribo canciones como la de Invencibles, que cuento toda la historia de mi familia Escorial, mi abuela de ese lado todavía estaba viva, pero cuando luego fallece no es que fallezca y diga ‘necesito un audio de ella’, sino que conforme todo se va conformando y yo voy rebuscando audios, escucho ese audio y dio ‘guau, esto tiene que estar aquí’. Es una manera de inmortalizarlo. Que tiene una carga dura, por supuesto, pero es que de eso va el disco.

El disco habla mucho de la muerte y por desgracia es algo que me ha tocado vivir de cerca ahora y que trato de hacer una lectura de que es algo por lo que todos vamos a pasar y por lo que hay que enfrentarse. El reciclar y darle una nueva vida a algo malo y convertirlo en algo bueno, inmortalizarlo, así es como me ha tocado interpretar la muerte.

Amor sin pasión no es amor

P: Pero el amor también tiene un peso importante en San Jorge. No solo se aborda desde la pareja, sino también desde la familia, la amistad e incluso la conexión con uno mismo. ¿Cómo defines el amor en este punto de tu vida?

R: Yo creo que el amor son los lazos que te unen a lo que sea. Es la pasión, es el compromiso, es el amar, al fin y al cabo, es que es indescriptible. No han sabido describirlo los estudiosos en miles de años, pues no va a llegar ahora Recycled a decir lo que es.

Para mí amor es ser fiel a uno mismo, amor es la familia, sea de sangre o no, la pareja, el dar tu vida por algo al fin y al cabo, incluso la propia pasión es dar amor por algo. Amor sin pasión no es amor.

P: Madrid es una parte fundamental de tu identidad artística. ¿Qué representa la ciudad para ti y de qué forma influye en tu música y en tu visión creativa?

R: Madrid para mí es mi casa, mi hogar, es un agujero del que salgo y para mí me influye mucho en todo. Sé que si hubiese sido asturiano no escribiría de la misma manera, no pensaría de la misma manera. Tendría mejor calidad de vida, pero a lo mejor hubiese tenido menos cosas de las que hablar que criándome aquí en un barrio.

Es algo que llevo por bandera y que a la vez Madrid es algo que mata mucho, que a mí me encantaría vivir en Tenerife alejado de todo esto, pero el ritmo frenético que he querido llevar con este disco y que sea como mi obra maestra, requiere estar aquí.

Porque me crié en el barrio, dealing a diario
somos gatos negros, traemos el mal fario
besa mi rosario a los que nos criaron sin bozal
nos gusta ladrar

P: Cómo fue llenar Vistalegre, al final es tu casa, tu barrio, te vio crecer. ¿Y qué expectativas tienes con el Movistar Arena?

R: Para mí Vistalegre fue uno de los días más importantes de mi vida. Tenía a toda mi familia, mis amigos, la gente con la que crecí, los de mi barrio, profesores, o sea, todo lo que desde chiquitín tenía que estar estuvo ahí. Para mí fue increíble.

Vistalegre son mis raíces, son las raíces de esta rosa. Yo necesitaba primero quitarme esa espinita de haber cumplido con mi barrio, necesitaba cumplir conmigo mismo y lo hice. Entonces ahora todo lo que venga, bueno será.

Las expectativas del Movistar Arena es que salga mejor todavía, tenemos una apuesta todavía más grande en el show.

P: Has explorado múltiples géneros a lo largo de tu carrera. ¿Dónde sientes que está tu sonido actual y hacia dónde te gustaría llevarlo en el futuro?

R: A ver, es complicado. Yo es que me veo brillar en todas. Ya es cuestión un poco de la gente y lo que más le guste. Para mí el rap es de donde vengo, es lo que me sale más fácil, por así decirlo. Es decir, yo grabo 20 tomas de una canción de rap o de algo así y suenan las 20 bien, y con el pop no.

Al final en lo que me he criado ha sido en el rap. Pero es que yo hago de todo, es que te lo juro, la misma semana hago una canción electrónica, otra de reggaetón y otra de rap. La de electrónica sale a los dos años cuando me junto con Selecta; la de rap me la guardo para el álbum de rap; y la de reggaetón no sale, pero yo no me he sentado a decir vamos a hacer un álbum de rap.

Estaba escribiendo a la vez Casanova que estaba escribiendo esto, que estaba escribiendo Hijos de la ruina… Entonces ese caos es lo que luego hace que nos juntemos con sacos de canciones inmensos y nos cueste decidir qué hacer. Luego yo soy el que sufre las consecuencias.

Me ha costado sangre, sudor y lágrimas, más que cualquier otro trabajo que haya hecho

 

P: Si pudieras hablar con el Jorge que empezaba a rapear en el barrio, ¿qué consejo le darías?

R: Yo le diría que apueste por lo que quiere hacer. Que no ande con miedos, porque es verdad que he tenido muchos miedos e inseguridades cuando Cool que me hicieron no profesionalizarme hasta 2017. Yo saco mi primera maqueta en 2010, pero hasta 2017 no saco Oro Rosa, que es un disco, ya un álbum.

He recibido muchos palos durante años que a mí me hacían pensar si realmente eran verdad y también dejé de cantar. Hubo un tiempo antes de cambiar a Recycled J que fue así. Y al final todo son tonterías, inseguridades. Sabes que, si estás serio y confías en la movida, al final tienes sus frutos.

P: Antes has mencionado el tema del poder sanador de la música y es verdad, la música tiene el poder de transformar el dolor en arte. ¿Ha sido San Jorge una catarsis para ti?

R: Sí, ha sido una locura. Ha sido la locura más absoluta en la que lo he pasado mal, he llorado, he disfrutado, he tratado de llevarlo todo a otro nivel. Entonces eso me ha costado sangre, sudor y lágrimas, más que cualquier otro trabajo que haya hecho. Pero también estoy orgulloso porque ha sido como una prueba más.

Cuando hago algo en lo que pienso que tiene que trascender, que tiene que ser guay, que culturalmente tiene que significar algo, que no son diez canciones, sino que es como mi disco más sentado… para mí tiene mucho trabajo de campo. Trabajo de mirar a mi alrededor, tanto en la estética como en lo musical, pero sobre todo ha sido mirar dentro de mí y convertir toda esa locura de lo que me ha pasado en estos años en letras que fuesen reflexivas.

Recycled J, San Jorge. Taste the floor

P: Vivimos en un momento en el que el consumo de la música cada vez es más inmediato, por eso apostar por un álbum conceptual y extenso como San Jorge es un riesgo. ¿Qué te llevó a arriesgar y cómo ves el futuro de la música en este sentido?

R: Lo que he hecho es arriesgado, pero a la vez es que yo siempre he ido un poco contracorriente. Quizás cuando salió el EP de Superpoderes no tenía que haber salido y me tenía que haber esperado a que viniese la ola más funky y yo lo fui antes, y nadie lo entendió y no pasa nada. A mí me enorgullece luego que hayan venido no sé cuántos a decirme que me recuerda a mí. Sé lo que para mí significa y con orgullo. En ningún momento le restriego nada a nadie, ni le he puesto la zancadilla a nadie.

La historia de esto es que cuando anuncié que San Jorge eran 30 canciones, había muchos, que son de los que juzgan el libro por su portada, que decían ‘Uh, 30 canciones, muchísimas’, luego salen 20 y todo el mundo comenta dónde están las otras diez. Si sacaba un disco sin colaboraciones, me decían con colaboraciones. Ahora saco un disco con 17 colaboraciones y dicen que son muchas y que seguro que el disco no mola. Y es como, no, mola muchísimo más.

La gente siempre se va a quejar. Si fuesen canciones más fórmula como era Casanova, que eran más cortitas, estribillo, puente… las escuchas una vez y te las sabes, soy un vendido. Si son canciones sin estribillo, sin rap, sin no sé qué, pues Cool molaba más. Siempre va a haber alguien que se queje.

No obstante, puede que sea un poco contraproducente lo que yo hago, es un poco tirar piedras sobre mi propio tejado. El decir yo quiero hacer esto y lo voy a hacer, no voy a tener miedo, lo voy a sacar. Si hubiese hecho canciones para TikTok que tuviesen el trend y que no sé qué y no sé cuál no hubiese sido fiel a lo que para mí era San Jorge y me estaría defraudando a mí mismo.

P: Y después de San Jorge, ¿qué viene?

R: A ver, lo que yo digo en esa frase es que antes de darle mi testigo a alguno o a que siga con lo que yo he creado o con mi legado, que no veo ninguno que se lo merezca, ese es el resumen de lo que digo. Y lo que sí que digo es que estoy cansado, que me veía en el espejo con la cara derretida, que estoy harto de que esto me consuma la vida ¿entonces qué?

Que después de sacar cuatro discos me parece a mí que es un momento para descansar. No pensábamos que esa frase iba a trascender tanto, pero es cierto que después de esto me voy a tomar un tiempo de estar en paz. No sé si eso significa que este va a ser el último trabajo de mi carrera, no sé si cambiaré de nombre y haré un nuevo sonido y un nuevo Jorge Escorial, o si simplemente pararé como cuando paré antes. No lo sé.

Cuando no había Gucci ni Versace en el armario
con salud y amor éramos millonarios
les deseo lo mejor a todos mis adversarios
siempre he sido amor, religión, Recycled

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