Al descubierto la riqueza del Papa Francisco

El féretro del papa Franciscofallecido el pasado 21 de abril a los 88 años, ya reposa en la Basílica de San Pedro del Vaticano, donde será velado hasta la celebración de su funeral este sábado 26 de abril. A raíz del fallecimiento del pontífice, la audiencia y las redes sociales han comenzado a preguntarse múltiples cuestiones sobre su vida, su labor y también sobre detalles menos conocidos, como su situación económica.

Una de las dudas que más intrigaba al público tenía que ver con la cantidad de dinero que el papa Francisco había ganado a lo largo de su carrera religiosa. Gracias a fuentes como el medio británico The Mirror, esta cuestión ha podido ser resuelta. Según el medio británico, el patrimonio del pontífice ascendía a casi 12 millones de libras, lo que equivale a aproximadamente 14 millones de euros.

El papa Francisco, un legado de austeridad, solidaridad y empatía global

A pesar de que, como jefe de la Iglesia católica, tenía derecho a recibir un salario anual de 340.000 euros —equivalente a unos 28.000 euros mensuales—, el Papa Francisco renunció voluntariamente a dicha remuneración. Este gesto se enmarca en su vocación jesuita, ya que los miembros de la Compañía de Jesús hacen voto de pobreza. De hecho, la asignación mensual que le correspondía fue destinada a causas que giraban en torno a su mandato, como fundaciones vinculadas a la Iglesia que prestan ayuda a los más desfavorecidos.

Desde su elección en 2013, Francisco imprimió un sello de sencillez y cercanía en su pontificado. Uno de los gestos más representativos fue su rechazo a vivir en el lujoso Palacio Apostólico, residencia habitual de sus predecesores, eligiendo en su lugar la Casa Santa Marta, un alojamiento más modesto dentro del Vaticano. Allí podía mantener una vida más austera y estar en contacto directo tanto con su equipo como con personas del entorno eclesiástico.

Su cariño a los más necesitados

El papa Francisco no solo predicó la solidaridad: la practicó de forma constante. Bajo su impulso, se instalaron servicios médicos y duchas gratuitas en el Vaticano para personas sin hogar. Además, impulsó el reparto de sacos de dormir y alimentos durante los inviernos más duros de Roma, una muestra más de su preocupación por los marginados.

Pero su compromiso no solo se limitó a la caridad local. En el plano internacional, Francisco se convirtió en una de las voces más contundentes frente a las desigualdades económicas, la crisis de los refugiados, el cambio climático y los abusos de poder. 

No hay duda de que el Papa Francisco ha marcado un antes y un después en la historia de la Iglesia. Su solidaridad, honradez y cercanía con los más necesitados lo han convertido en un referente religioso inolvidable. Su legado, profundamente marcado por la empatía activa hacia quienes sufren, seguirá vivo como guía espiritual y humana para millones de personas en todo el mundo.

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