«Hoy es un día en el que muchos nos encontramos huérfanos«. Así resume la pérdida del papa Francisco el sociólogo y teólogo valenciano Ximo García Roca. Para este profesor de la Universitat de València (UV) el legado de Bergoglio es «el regreso de una Iglesia evangélica, comprometida con los últimos, con los más pobres, con las periferias que diría el propio Francisco». «Ha dado un giro a la Iglesia, un cambio en su orientación, pasando de una Iglesia que estaba muy institucionalizada a recuperar la energía de lo carismático, de lo que significa el mensaje de Jesús de Nazaret», añade. Para este teólogo no oficialista, el dinamismo que ha impuesto el papa Francisco «es irreversible». «Llegó en un momento en el que la Iglesia se asomaba a un abismo y volver atrás sería volver a asomarse al abismo, no creo que un organismo vivo como es la Iglesia pueda permitirse volver al pasado», destaca.
Uno de los principales expertos en la figura del papa Francisco es el catedrático de Filosofía Moral de la UV, Agustín Domingo, para quien el pontificado de Bergoglio «no se puede interpretar en clave de ruptura, pues hay una continuidad con Benedicto XVI, con Juan Pablo II y con el Concilio Vaticano II». «Esto es muy importante, pues quienes no lo ven así son aquellos se sitúan antes del Vaticano II, pues hay movimientos, vamos a llamarlos más conservadores, reaccionarios o ultras, que en realidad no es que estaban en contra de Francisco, sino que ya estaban en contra de Juan Pablo II e incluso de Pablo VI y Benedicto XVI», añade.
«El amor cristiano no tiene fronteras»
Domingo sostiene que Francisco, además de incorporar el debate ecológico a la Iglesia con su encíclica Laudato si y en su última carta, la del pasado 10 de febrero, en apoyo de los obispos de EE UU contra las políticas antiinmigración de Donald Trump, lanzar «un mensaje nítido y muy importante de que el amor cristiano no tiene fronteras», también nos deja otro legado fundamental «la dignificación teológica de la religiosidad popular, entendida en el sentido de las raíces de la gente».
Respecto al sucesor de Francisco, Domingo señala que «lo que está claro es que influirá la situación internacional, pues el patadón en el tablero que ha dado Trump exige un contrapeso importante». «Es decir, el papa que saldrá no podrá leerse al margen de la nueva situación geopolítica, donde tanto EE UU como China han dejado a la sombra Europa y, por tanto, no sería descartable que se busque una figura que contrapesara los otros liderazgos», concluye.
«No hay vuelta atrás»
El decano de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer de la Universidad Católica de València (UCV), Santiago Pons, también considera que las reformas impulsadas por el papa Francisco «no tienen vuelta atrás, porque lo que ha hecho es desarrollar el Concilio Vaticano II». Para Pons el pontificado de Bergoglio «no ha sido una revolución, ni una ruptura, sino una mirada nueva sobre los retos que tenemos». «Yo creo que esto no tiene vuelta atrás porque hay mucha sensibilización y ha despertado a muchas personas», añade.
Para Pons «una de las cosas importantísimas que ha hecho el papa Francisco es llamar a la iglesia a recuperar su misión evangelizadora y misionera, que es esencial». También añade entre sus aportaciones destacadas «el tomarse serio lo que ya había iniciado también Benedicto XVI de afrontar problema de los abusos sexuales dentro de la Iglesia, y afrontarlo con cambios en el derecho canónico y sobre todo instaurando una política también de prevención y de sensibilización sobre ese tema». No obstante, en su opinión, «la apuesta que ha hecho el papa por la sinodalidad, el darnos cuenta de que necesitamos andar todos juntos, que necesitamos escucharnos, es una de las cosas más revolucionarias que nos deja Francisco porque supone romper la polaridad en la que está nuestro mundo y nuestra iglesia».
Miles de personas llenaron ayer la plaza de San Pedro del Vaticano para rezar por el papa Francisco. / Stefano Spaziani/ Europa Press
«Un papa sorprendente para todos»
Desde el Centro Arrupe, el corazón de la Compañía de Jesús en València, su director, el padre jesuita Abel Toraño, afirma que Francisco «ha sido un papa sorprendente y que ha supuesto aire fresco para la Iglesia». «Sorprendente para todos, primero para los jesuitas, que nunca concebíamos que hubiera un papa jesuita, sorprendente por su libertad a la hora de convocar, decir, denunciar y anunciar lo que creía importante, sorprendente también por iniciativas muy sencillas pero que van al corazón de lo que supone la fe», recalca
La máxima autoridad del Opus Dei en tierras valencianas, el vicario de la delegación de Aragón y Levante, Ignacio Mora-Figueroa, también ha mostrado su pesar por el fallecimiento del papa al señalar que «en estos días en que celebramos que la muerte no tiene la última palabra, en la Obra participamos de ese lógico y humano sentimiento de orfandad que tiene hoy toda la Iglesia». «Nos consuela la certeza de que el papa Francisco fue un servidor bueno y fiel y que Dios Padre le acogerá con esa misericordia, de la que fue predicador incansable», ha añadido.

El último acto público del papa fue la bendición ‘Urbi et Orbi’ de este pasado Domingo de Resurrección. / Zuma/ Europa Press
El obispo auxiliar emérito de Valencia, que también fue obispo de Ibiza y Mallorca, Javier Salinas, Francisco «ha sido un papa que ha afrontado la vida como es, sin condiciones previas, destacando su capacidad de acogida de cualquier persona, de cualquier condición, pues no era un hombre que iba con esquemas predeterminados que pudiera excluir a nadie, sino que siempre era acogedor». Además, hace hincapié en que ha sido «un hombre de una fe muy viva, una fe que ha querido transmitir no como un ropaje externo sino como una motivación interior de cada uno, buscando hacer de la fe un elemento que impulse nuestra vida, que nos transforme y que nos ayude en nuestro camino».
«Un dispositivo jurídico muy potente»
Salinas también incide en que el legado de Francisco incluye «una serie de reformas internas de la propia Iglesia, con todo un conjunto de un dispositivo de tipo jurídico muy potente del que no se habla mucho para el gobierno de la Iglesia en todos los órdenes, en el económico, en las relaciones con las personas, de las personas, de la libertad personal y de conciencia, de cómo administrar el poder, en la cuestión del abuso de menores… Hay una cantidad de temas que él ha abierto y que ha dejado fijada no solamente una doctrina, sino que también ha promulgado unos textos jurídicos que su sucesor no podrá hacer menos que tener en cuenta todo esto». «Ahora que tenga la gracia que él tuvo de esa proximidad, de esa cercanía o que tenga otras gracias, es algo que no sabemos aún», añade.
La directora de Cáritas Valencia, Aurora Aranda, opina que Francisco «para la iglesia en general y para todos los cristianos ha sido una luz de esperanza, pues ha sido un papa que ha puesto en el centro de nuestra mirada la opción por los pobres, por las personas más vulneradas y frágiles de nuestra sociedad». Esta trabajadora social destaca, por otro lado, que Bergoglio «también ha tenido una mirada hacia nuestra sociedad, nuestro mundo, hacia la importancia del cuidado de la casa común, desde esa visión de la ecología integral que hasta ahora estaba casi muy separada y donde la Iglesia muchas veces no había entrado, un papa que ha buscado siempre desde el diálogo y el consenso en esta Iglesia sinodal de la que ha hablado mucho, de ser capaces de caminar juntos, discerniendo buscando diálogo y encontrándonos, y que ha sabido situar en el centro a los laicos y a los jóvenes».

Varias religiosas rezando el rosario ayer en la plaza de San Pedro del Vaticano. / Stefano Spaziani/ Europa Press
«Las mujeres necesitamos seguir avanzando»
La presidenta de la Asociación de Teólogas Españolas (ATE) y profesora de la Facultad de Teología de la UCV, Montserrat Escribano, afirma que el papa Francisco «con respecto a las mujeres sí que es verdad, aun sabiendo que ha colocado a mujeres en puestos claves dentro del Vaticano y que ha llamado a desclericalizarnos, sin embargo, teológicamente necesitamos seguir avanzando y hacia una total igualdad dentro de la Iglesia y que se nos reconozcan todos los derechos y tener espacios mucho más amplios de actuación y de responsabilidad eclesial como cualquier otro varón ordenado».
«Como teólogas hemos echado a faltar que no haya dado pasos mucho más claros y más definidos en cuanto a la presencia de las mujeres en la Iglesia más allá de un reconocimiento de algunos espacios que ya eran los permitidos para las mujeres. Pero, aún así, nos encontramos en ese paradigma de que estamos donde aún se nos permite estar, pero ese permitir estar sigue siendo una cuestión de varones, y de varones ordenados. Ahí sí que tenemos una cierta mirada crítica, pero hoy es día de guardar la memoria y estar agradecidas a un papa que nos ha traído la alegría a la Iglesia y que ha sabido conectar con las preocupaciones de mucha gente, más allá de que fueran católicos o no, por lo que hay que aplaudir su trabajo y su esfuerzo por hacer que la Iglesia fuera de otra manera».
Desde Dones creients, Isabel Corchete, opina que respecto a la situación de las mujeres en la Iglesia el papa Francisco «ha dado pasos importantes, por ejemplo ahora en el Sínodo hay mujeres que están con los mismos derechos a la hora de decidir, pero son tan minoría que por eso decimos que es una Iglesia patriarcal que a las mujeres no nos sitúa al mismo nivel y eso no es evangélico». «Francisco ha hecho cosas importantes, pero nosotras esperábamos que hubiera dado un paso más para que la igualdad en la Iglesia entre hombres y mujeres fuera real. Nosotras vamos a seguir peleando, informando, y creyendo que es posible la igualdad», concluye.