El papa Francisco pasará a la historia por su legado cristiano pero antes de ordenarse como sacerdote también conoció el amor carnal. El pontífice, muerto este lunes a los 88 años en su residencia de El Vaticano (Roma), mantuvo una relación sentimental con Amalia Damonte en su juventud.
Cuenta Amalia que el joven Jorge María Bergoglio le envió una carta en la que le hablaba de los planes de futuro que quería emprender a su lado. Comprarse una casita e incluso pasar juntos por el altar y casarse. Si hubo alguien que puso impedimentos a esa boda fue la madre de la joven que se opuso a esa boda.
Ya en ese momento el joven Bergoglio le dijo a su entonces nova que si no se casaban se haría cura. Algo que finalmente cumplió y le llevó a convertirse en Papa.
«El Papa era como se le veía en las pantallas»
El sacerdote Florentino Pérez cree que el papa era como se le veía en las pantallas. «Alguien muy cercano con un gran sentido del humor«, señala. Cree además que ese sentido del humor del que hacía gala «es un síntoma de madurez humana y salud espiritual importante».
Señala el religioso que fue la enfermedad del Papa lo que terminó lastrándole. «Vivió una enfermedad que con la edad le limitaba bastante y nunca perdió esa sonrisa y ese sentido del humor», afirmaba. El Pontífice siempre se ha reconocido como un ser humano con sus luces y sus sombras. En varias ocasiones ya dijo que a su sucesor como Papa le diría que no repitiera sus mismos errores.
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