Madrid como espejo de la reforma que Francisco quiso impulsar en la Iglesia

Nació con el nombre de Jorge Mario Bergoglio en el seno de una familia humilde en Buenos Aires. Con solo 33 años fue ordenado como sacerdote, después arzobispo y posteriormente cardenal. En marzo de 2013 fue elegido el 266º Papa de la Iglesia Católica. Eligió Francisco como nombre en honor a San Francisco de Asís, conocido por su devoción por los pobres. Eso es algo que ha llevado desde el inicio de su pontificado, que estrenó con un viaje a la isla de la Lampedusa el 8 de julio de 2013, convertida entonces en epicentro de la migración irregular, hasta el Domingo Santo, cuando defendió a migrantes y marginados solo unas horas antes de su fallecimiento. No logró reformar tanto la Iglesia como a muchos les hubiese gustado, pero lo suficiente para generar «odios» en el ala más reaccionaria. Su forma de entender esta institución tuvo consecuencias y acciones, materializadas en Madrid en un hombre: el cardenal y arzobispo de Madrid, José Cobo.

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