La eliminación del Real Madrid de la Champions League ha situado a Carlo Ancelotti entre la espada y la pared. El técnico italiano sabe que solo un doblete de Liga y Copa del Rey podría ayudarle a mantener su puesto tras la debacle europea en cuartos de final. Y, en la rueda de prensa previa al encuentro de su equipo frente al Getafe, dejó claro que no renuncia a quedarse en el banquillo merengue.
«En el fútbol todo es posible, todo puede pasar. A mí no me sorprende nada», respondió escuetamente al ser cuestionado por este escenario. En otra reflexión, ‘Carletto’ reiteró su amor hacia el Madrid e insistió en que no tiene ninguna intención de acabar de malas maneras su segunda etapa como entrenador blanco: «Yo no tengo revanchas contra nadie. Me encanta este banquillo, ojalá pueda seguir lo más lejos posibles. Cuando esto acabe, agradecer y quitarme el sombrero ante este club«.
«Aún siento que estoy en una luna de miel. Estoy muy contento. Estamos al final de la temporada y tenemos mucha presión, es cierto, pero soy feliz en el club. Ha sido una temporada complicada», añadió Ancelotti.
«Los problemas de esta temporada son evidentes: pedimos dos piezas fundamentales atrás que costó reemplazarlos. Cambiamos el juego por jugadores con distintas características y nos costó encontrar equilibrio. Ojalá lo encontremos ahora. Si no lo encontramos, tendremos dificultad para ganar», sentenció el míster madridista en una rueda de prensa en la que reconoció que todas las aspiraciones de título del Madrid pasan por ganar al Barça.