La crisis migratoria ha vuelto a ser tema de debate en Zaragoza. Lo fue cuando 27 personas se presentaron en La Casa de las Culturas asegurando que se habían quedado en la calle tras haber agotado los programas estatales de acogida. También, hace tan solo unas semanas, cuando la concejala de Políticas Sociales, Marián Orós, se reunía con el delegado del Gobierno en Aragón, Fernando Beltrán, para exigirle al Ejecutivo Central una solución urgente.
Y, ahora, la edil ha vuelto a dejar claro que el Consistorio «no tiene la capacidad ni los medios para absorber la incompetencia del Gobierno de España». Lo ha expuesto este lunes durante una comisión extraordinaria solicitada por el grupo socialista, a quienes ha asegurado que «no están alarmando» sobre la situación, sino que «avisan» y piden que «se prevenga y se evite que el problema se convierta en una situación insostenible».
Una política «parche»
Eso sí, ha negado las afirmaciones del concejal de Vox Armando Martínez sobre que, actualmente, los recursos de Zaragoza sufran un «colapso» por la crisis migratoria. Aunque sí que ha definido la política migratoria como un «parche» y «una farsa de 3 o 18 meses que deja en la calle y a su suerte a cientos de personas».
Prueba de ello son los datos que la concejala ha aportado durante su intervención: «Se deniegan el 51,8% de las solicitudes de protección internacional y se deja sin alternativas reales a estas personas que han sido engañadas con falsas promesas», ha recriminado. Asimismo, ha señalado que actualmente el 75% de los usuarios del albergue municipal son extranjeros y que en la Casa de las Culturas el año pasado atendieron a 2.634 personas que pedían asilo (358 casos en atención individualizada y 41 familias estuvieron en pisos de acogida).
Ha recordado que los servicios municipales no pueden ofrecerles una integración social por su situación irregular. «Tras marearles y darles falsas esperanzas acaban en la calle sin papeles y no pueden acceder a programas de inserción social», ha explicado la edil, y ha agregado que entre las competencias del Ayuntamiento está la de «empadronar a todo aquel que cumple con lo marcado en la orden del Ministerio».
Durante su intervención, el concejal socialista Francisco Galán ha hecho referencia a la tercera encíclica del Papa Francisco (que ha fallecido este lunes) para asegurar que estamos ante «una crisis humanitaria mundial que implica políticas que necesita de sistemas coordinados y políticas sociales que en lugar de encontrar problemas tenga soluciones».
Lenguaje «incendiario»
Asimismo ha puntualizado que lo sucedido en Zaragoza se trata de «una situación puntual» y que, desde su partido, rehúsan el lenguaje «tabernario e incendiario» de PP y Vox porque «en la gestión se yerra algunas veces, pero por eso mismo deben existir sistemas coordinados que aporten soluciones y que no tergiversen datos».
Por su parte, el concejal de Vox ha pedido a Orós que hable con la alcaldesa, Natalia Chueca, de una situación que él ha definido como «tragedia ilegal», para lo que ha puesto de ejemplo a Caspe, «donde viven una situación de alarma social». Un problema que, además, «tiene un coste para todos los ciudadanos que ven cómo sus impuestos van a pagar los desastres y los parches del PSOE».
¿La inmigración es mala? Martínez ha asegurado que «no», pero ha añadido que «sí que lo es «cuando es ilegal, porque cuando está descontrolada se cuelan garbanzos negros». Una afirmación que le ha servido hablar del «aumento» de la criminalidad y para recordar «el yihadista que traficaba con drogas en Las Armas para conseguir armamento».