Jordan Bardella. / EPE
A veces no te marca tanto donde has estudiado, sino donde no has podido estudiar. A Jordan Bardella lo rechazaron en el Instituto de Estudios Políticos de París. La élite lo rechazaba. Y fue entonces cuando seguramente se reafirmó en que tendría que dedicarse a la política. Se matriculó en Geografía, pero se ve que situar los ríos de Francia correctamente y saber con qué limita Languedoc no logró llenarle del todo. Era más de geografía política que física. Con todo, es de esos hombres que creen fervientemente en las fronteras. Sobre todo en las de los demás. Para que no salga de ellas. Las propias pueden y debe expandirse si llega el caso. Treinta años tiene el hombre y ya lidera, casi, con permiso de la Le Pen, la ultraderecha francesa.
En 2019 fue candidato número uno al Parlamento europeo. Su afiliación al Frente Nacional (ahora Agrupación Nacional, RN) data de 2012. Unos disturbios raciales fue lo que lo terminó de decidir. Un niño era. Desde los 23 años ostenta cargos, ha pasado más tiempo en los escaños que en las aulas y ahora, con la condena a Marie Le Pen por supuesta malversación, podría ser el candidato del partido a la Presidencia de Francia. La incertidumbre es grande en los círculos políticos galos. También en las cabezas cuadradas. En el sillón en el que se sentaron De Gaulle o Mitterrand podría instalarse un imberbe con la treintena casi sin iniciar.
No es edadismo, es que es muy joven. La lideresa ha dicho que el talento de Bardella «es formidable», pero que espera «no tener que utilizarlo todavía». Las expectativas electorales de Agrupación Nacional son colosales, o dicho de otra manera, hay sondeos que aseguran que hasta casi uno de cada tres franceses podrían votar a los ultras. La pregunta es si los franceses perciben ya tanto a esa formación política como formación radical.
Bardella, con abuelo italiao por su madre, Nació en Drancy, cerca de París, una localidad en la que se emplazó un campo de concentración para judíos, gitanos y niños, y se crio en Saint Denis, enclave pobretón. Esto lo ha idealizado y explotado aunque algunos de sus biógrafos afirman que no hay mucho rastro allí de él y de su familia. Tiene dos millones de seguidores en TikTok y trata de normalizar el mensaje de su partido y enviarlo a través de la red más que en mítines tradicionales. Se le adjudican romances varios no sabemos si por parte de prensa cursi del corazón o por descarnados programas televisivos de cotilleos, pero el caso es que intenta preservar su intimidad mucho más que otros políticos. No es el yerno ideal aunque siempre va atildado y con tendencia al repeinaje. Gasta gomina. Mantuvo un romance con una sobrina de Le Pen, lo que le granjeó el acceso a ciertos círculos familiares del caudillo.
Bardella es un producto no solo de su ambición. También de unos dirigentes y asesores de la ultraderecha que necesitaban a alguien que dulcificara/suavizara/normalizara el mensaje. Más aspecto de jovial subsecretario un jueves de tardeo que de activista, más de entrevistado chachi en late night que de político heavy que regaña al que repregunta.
Bardella es un producto no solo de su ambición
«No estoy en contra de Europa. Estoy en contra del funcionamiento de Europa», ha dicho en más de una ocasión. «Cambia de opinión muy a menudo y según con quién esté, y es capaz de decir una cosa en las redes y hacer la contraria», declaró Pierre-Stéphane Fort, periodista autor de un libro con espíritu crítico en el que analiza la trayectoria de Bardella. Una personalidad poliédrica, tal vez. No estajanovista, ya que lo acusan una y otra vez, con datos, de no ser precisamente un asiduo de las sesiones plenarias del Parlamento Europeo.
El destino lo ha puesto en una tesitura colosal: si el recurso de Marine Le Pen no es visto y resuelto a su favor antes de las presidenciales, él podría aspirar a la Presidencia de Francia. Si no va de candidato, tiene mucho futuro por delante igualmente, aunque ya será un delfín con espolones que ha debido, debe protegerse por su bien, de las hechuras de tiburón. Los partidos tradicionales lo consideran un peligro. Con sus miedos, él se hace un vídeo de TikTok. Y aumenta sus seguidores.