Dolor y esperanza. Es el resumen de las palabras que el arzobispo de Santiago ha querido transmitir este Lunes de Pascua tras conocerse la muerte del papa Francisco. En una comparecencia en el Palacio Arzobispal, monseñor Francisco José Prieto ha querido compartir desde Compostela, «donde la memoria y los restos del Apóstol Santiago nos vinculan de una manera muy especial y significativa» con Pedro y con Roma «este dolor esperanzado porque para nosotros la pérdida del Papa es el dolor de quien en nombre del Señor es Pedro; y al mismo tiempo, la esperanza de saber, por la experiencia creyente, que el papa Francisco se ha abrazado en la misericordia«.
El prelado ha avanzado que en los próximos días se trasladará a Roma para participar en los funerales del pontífice argentino, del que ha destacado que era un hombre que «con su voz, incluso temblorosa en estos últimos días, ofrecía uno de esos liderazgos que todos deseamos escuchar en estos momentos. Liderazgos en el corazón de una humanidad que no necesita palabras que la tensen, sino palabras que le devuelvan la esencia de lo que somos como personas y como creyentes«.
«Creo que el papa Francisco, más allá de cualquier valoración que se pueda hacer, buscó siempre ser una voz de Evangelio. Con esa naturalidad, esa cercanía y con ese lenguaje con el que todos lo entendíamos», ha continuado el titular de la Mitra compostelana, a la vez que ha sostenido que «nos quedará siempre de él esa evocación que hizo desde el Evangelio, para poner en el corazón de la sociedad una palabra cercana, sobre todo en aquellos olvidados, en esas periferias que el papa Francisco nos trajo de lejos para recordarnos de cerca que miremos siempre a los olvidados y a los marginados en los cuales él veía, con esa mirada de fe, a Cristo mismo».
También ha hecho hincapié en que Bergoglio «recordó con palabras proféticas que tenemos que ser capaces de tender puentes que sean y hagan posible que, en vez de resolver desde la violencia y desde la tensión, busquemos aquello que nos une con el hermano».
Finalmente, no pudo ser
Además, se ha referido a los «viajes emblemáticos del Papa, más allá incluso de la iglesia católica a periferias lejanas«. Al respecto, ha dicho que «se acercó buscando siempre la paz con unos y con otros y evitando en todo momento sentirse presa de ninguna ideología e interpretación interesada«. Con respecto a la posibilidad siempre viva de que viajase a Santiago, el arzobispo ha manifestado este lunes que «finalmente no pudo ser».
Preguntado por EL CORREO GALLEGO sobre los motivos por los que cree que finalmente no vino a Santiago, el prelado, que portaba una cruz pectoral igual que la que llevó el obispo de Roma durante todo su pontificado, ha declarado que «en el papa Francisco descubrimos a Pedro pastor cercano, que abrió las puertas de la iglesia y se acercó allí donde antes quizás no había nadie tocado las llagas de Cristo. Con lo cual, yo pienso que en esa continuidad desde la impronta de cada papa, estoy seguro de que tendremos un nuevo papa que sabrá continuar con esa misión que Francisco, como Pedro, ejerció, dando pasos y abriendo caminos que quizás no están totalmente recorridos, pero que no tienen vuelta atrás».
Con esto, ha expresado su confianza en que el nuevo papa pueda visitar Compostela en el Año Santo de 2027. «Evidentemente, será invitado a acudir y a peregrinar», ha manifestado monseñor Prieto.
El prelado ha remarcado que «la barca del Señor seguirá navegando y ya desde ahora hemos de vivir en la esperanza del nuevo Pedro que Dios regale a su Iglesia. Pero hoy es un día para agradecer todo lo que el papa Francisco ha puesto en el corazón de esta humanidad«, ha concluido.