Osasuna sigue con su buena dinámica para mirar arriba sin complejos gracias a su victoria por 2-3 en casa de un Real Valladolid que se hunde como colista. Tras su victoria frente al Girona por 2-1, los de Vicente Moreno confirman sus buenas sensaciones gracias a un Budimir en estado de gracia que con sus dos goles hizo justicia al mayor dominio rojillo y sitúa al equipo décimo en la tabla, con opciones incluso de soñar con Europa.
Los de Álvaro Rubio no acabaron de mostrarse cómodos en el partido. Fueron de menos a más, pero sin acabar de exigir mucho a sus rivales a nivel defensivo y sus acercamientos los solventaba Sergio Herrera con facilidad. No se rindieron nunca, pero el descenso está cada vez más cerca.
A los nueve minutos abría la lata Budimir tras una buena conducción de Abel Bretones, que abría hacia Rubén García y el valenciano servía un centro medido al segundo palo que remataba de cabeza Budimir cruzando el esférico. En el 34′ Rubén García ampliaba la ventaja: apareció Aimar Oroz en banda, le dobló Areso que llegó hasta línea de fondo y puso un centro raso que palmeaba Ferreira y Rubén García llegaba libre de marca para empujar el balón. Se llegaba a la media parte con este 0-2 contundente.
En la segunda, el Valladolid salió a por todas. En el 49′, llegaba el gol con una cesión atrás de Torró sobre Boyomo y metió la cabeza Raúl Moro para robar el balón, plantarse ante Sergio Herrera y definir a la perfección. No obstante, en el 60′ volvía Osasuna a tomar distancia con un penalti a favor cuando Latasa derribaba a Catena en el área pucelana. Lo transformaba Budimir para poner el 1-3 y lograr su particular doblete. Mucho tenía que remar el equipo local.
El Valladolid nunca tiró la toalla y aún logró otro tanto en esta segunda parte muy diferente a la primera gracias a un penalti tras revisión del VAR en el 66′ cuando caía Sylla dentro del área en un forcejeo con Herrando. Lo transformaba el propio Sylla. No se rindió nunca Pucela pero el descenso está cada vez más cerca.