Los microplásticos están infiltrándose en cualquier rincón de la vida del planeta. Según se ha sabido ahora, también en los vegetales. Investigadores de la Universidad de Nankai (China) han descubierto que las hojas de las plantas pueden absorber directamente microplásticos de la atmósfera, lo que desencadena una presencia generalizada de polímeros plásticos en la vegetación. Además, se ha comprobado que las partículas que capturan a través de las hojas son más abundantes que las que atrapan mediante las raíces.
Los investigadores detectaron concentraciones de tereftalato de polietileno (PET) y poliestireno (PS) en hojas recolectadas en diversos entornos, incluyendo zonas urbanas y zonas agrícolas. El estudio acaba de aparecer publicado en la revista ‘Nature’.
Los científicos realizaron investigaciones de campo y experimentos en laboratorio para cuantificar la acumulación de plástico en las hojas de las plantas. De este modo pudieron confirmar que la absorción foliar es una vía importante para la acumulación de plástico en las plantas, y demostraron que éste se transfiere al tejido vascular y queda retenido en estructuras especializadas como los tricomas.
Penetración de los microplásticos a través de los estomas de la hoja / Nature
Otros estudios han demostrado que también las raíces de las plantas pueden absorber microplásticos, transportando partículas submicrométricas y nanométricas de poliestireno y polimetilmetacrilato desde las raíces y hacia el tallo, como se comprobó con ejemplares de trigo (Triticum aestivum), lechuga (Lactuca sativa) y Arabidopsis thaliana.
Los microplásticos son omnipresentes en la atmósfera. Se han medido concentraciones de entre 0,4 y 2.502 elementos por metro cúbico en el aire de entornos urbanos como París, Shanghái, el sur de California y Londres.
Un hecho que se intuía
No es la primera vez que los científicos han observado la absorción de plástico por parte de los vegetales. Un estudio previo en Southport, Australia, confirmó la presencia de partículas acrílicas en hojas de Chirita sinensis, pero no las cuantificó ni relacionó este hallazgo con la presencia de este contaminante en la atmósfera. Otra investigación en Lisboa detectó microplásticos sospechosos en lechuga cultivada en zonas urbanas, pero no pudo distinguir con fiabilidad las partículas de plástico ni descartar la posible contaminación durante el propio procesamiento de las muestras.

La presencia de microplásticos en el trigo ya fue observada en otros estudios / Agencias
El muestreo realizado para elaborar el actual estudio tuvo lugar en cuatro ubicaciones en Tianjin, China: una planta de fabricación de dacrón, un parque público, un vertedero y un campus universitario. También se expusieron plantas de maíz (Zea mays L.) a polvo atmosférico que contenía microplásticos en condiciones controladas. Todas las hojas de las plantas se lavaron con agua destilada filtrada y etanol para eliminar los contaminantes superficiales antes del análisis.
Los niveles de plástico en las hojas recolectadas cerca de la fábrica de Dacrón y de un vertedero fueron hasta dos órdenes de magnitud superiores a los encontrados en el campus universitario.
En los sitios más contaminados, las concentraciones de PET alcanzaron decenas de miles de nanogramos por gramo de peso de hoja seca. Los niveles de PS siguieron un patrón similar, detectándose los valores más altos en las hojas del vertedero.
También se encontraron PET y PS en nueve tipos de hortaliza de hoja. Además, los cultivos al aire libre presentaron niveles más altos que sus homólogos cultivados en invernadero. Los científicos confirmaron visualmente PET y PS de tamaño nanométrico en el tejido vegetal.
El plástico se acumula con el tiempo
Las hojas más viejas y las hojas externas de las hortalizas acumularon más plástico que las hojas nuevas o las internas, lo que sugiere una mayor acumulación a lo largo del tiempo.
Las partículas de plástico absorbidas a través de las hojas se acumularon en cantidades claramente detectables y cuantificables en múltiples especies y sitios. El PET y el PS transportados por el aire ingresaron a las hojas a través de los estomas y se desplazaron por vías internas hacia los tejidos vasculares y los tricomas.

Desde las hojas, los microplásticos se trasladan a todo el vegetal / Agencias
Estas concentraciones aumentaron con el tiempo de exposición, las condiciones ambientales y la edad de las hojas. Las mediciones de campo mostraron que la acumulación de plástico en las partes aéreas de la planta supera la que normalmente se absorbe a través de las raíces.
La detección generalizada de polímeros y fragmentos de plástico en partes comestibles de las plantas confirma la exposición atmosférica como una vía importante de entrada a la vegetación. Dado que las hojas funcionan como fuente primaria en las cadenas tróficas terrestres, la presencia de partículas plásticas acumuladas sugiere la posibilidad de exposición a múltiples capas del ecosistema.