Hay partidos que son un castigo para los equipos que lo juegan, bien por la tensión con la que los afrontan o por la desidia con que los enfrentan. Este es uno de ellos. El Atlético se plantó en Gran Canaria dejando a Griezmann en el banquillo y apostando por Giuliano, Sorloth y Julián Álvarez en ataque. Enfrente se asomaba un rival muy necesitado en la tabla, porque Las Palmas está metido en la zona de descenso jugándose con el Alavés y Girona la salvación. Esa urgencia se notó desde el inicio porque los de Simeone, sin nada que jugarse en este final de temporada, salieron a pasearse por el césped canario.
Ni ritmo ni ganas
Las Palmas empujaban con Moleiro y Fabio Silva llevando el juego a las inmediaciones del área de Oblak. En las filas rojiblancas el mediocampo elegido por el Cholo, con Koke, Gallagher y Barrios, no se hacía con la pelota y eso desconectaba a sus tres hombres de ataque. Pero los de Diego Martínez confirmaban sus problemas en las labores de construcción y les costaba un mundo pisar el área rival con el balón en los pies. A la media hora las dos ocasiones más claras fueron locales por medio de Álex Suárez y Essugo. La falta de talento de unos y la de intensidad de los otros convertían el encuentro en un quiero y no puedo contra un puedo y no quiero.
El primer disparo a puerta visitante, de Julián, llegó en el minuto 36, tras un pase majestuoso de Giuliano, y provocó una parada monumental de Horkas cuando ya se cantaba el gol. La jugada pareció despertar a los del Metropolitano, que cuatro minutos después obligaban a Horkas a realizar otra intervención determinante a lanzamiento de Sorloth, tras otro pase notable de Giuliano. El Atlético despertaba en el tramo final, pero al descanso se llegaba con el empate inicial. La segunda parte recuperó al Atlético perezoso que se dejó llevar en los primeros minutos de la reanudación, lo que intentó cambiar Simeone moviendo su mediocampo con la llegada de De Paul y Riquelme por Koke y Gallagher, y arriba dio media hora a Griezmann, que entró por un desasistido Julián Álvarez. No fue la mejor noche de ‘La Araña’.
Gol en el descuento
Al tramo final del partido se llegó sin goles, sin fútbol y sin ganas, al menos de los visitantes. Sin un solo tiro en la segunda parte por parte de ninguno de los dos equipos, Cholo decidió cambiar a un indolente Sorloth por Correa, que regresaba tras cumplir cinco partidos de sanción. Pero tampoco el argentino estaba con muchas ganas. En el bando local se sumaba la marcha de Fabio Silva lesionado muscularmente, una pésima noticia para los canarios. Y cuando el empate se daba por hecho, la desidia del Atlético fue castigada con un gol de Javi Muñoz en el descuento que tuvo que ser ratificado por el VAR. La desgana con la que despejó Le Normand y la tibieza con la que peleó Giménez la pelota en la jugada del gol encontró un justo castigo para los rojiblancos, que fueron justamente castigados por una derrota ante un equipo muy comprometido como Las Palmas, que sale del descenso y pasa la patata caliente al Alavés. La dimisión del Atlético esta temporada se escenificó en Gran Canarias, donde pone fin a una temporada decepcionante con una plantilla rica en recursos que se ha diluido tras la controvertida eliminación ante el Real Madrid en Champions. Las Palmas suma un punto, menos es nada, y sigue en la pelea por la supervivencia.