la biblioteca entre Canadá y EE.UU que sobrevive pese a Trump

Entre la pequeña localidad canadiense de Stanstead, en la provincia de Quebec, y el pueblo estadounidense de Derby Line, en Vermont, se levanta un edificio singular: la biblioteca Haskell. Fundada hace más de un siglo, esta institución es conocida por estar construida justo sobre la línea fronteriza entre Canadá y Estados Unidos. Su sala de lectura, su escenario y parte de su mobiliario se reparten literalmente entre dos países. De hecho, para marcar esta división, dentro de la biblioteca hay una cinta negra que permite saber al visitante de qué lado de la frontera está.

 

El acceso a esta biblioteca ha sido libre desde hace más de un siglo

Durante 120 años, tanto ciudadanos canadienses como estadounidenses accedieron libremente a la biblioteca, en particular a través de su entrada principal, situada del lado estadounidense. El cruce diario no requería controles migratorios, y se había convertido en una costumbre para los usuarios, independientemente de su nacionalidad.

Sylvie Boudreau, presidenta del consejo de administración de la biblioteca, explicó al programa «Envoyé spécial» que este acceso siempre estuvo abierto y sin restricciones. Pero eso cambió en marzo de 2025, cuando las autoridades de Estados Unidos decidieron prohibir el ingreso a los ciudadanos canadienses por esa puerta. Desde entonces, el servicio de patrulla fronteriza estadounidense ha intensificado los controles para evitar cruces irregulares de personas o mercancías.

Biblioteca pública Haskell | Instagram

Una visita con consecuencias

El cambio de política se produjo tras la visita de Kristi Noem, secretaria de Seguridad Interior en el actual gobierno de Donald Trump. La visita tuvo lugar el 30 de enero de 2025. Según Boudreau, la comitiva de Noem llegó al lugar con una notable presencia de seguridad y generó un fuerte impacto entre el personal de la biblioteca.

Durante su recorrido, la ministra cruzó deliberadamente la línea negra adhesiva que recorre el suelo del edificio y que marca simbólicamente la frontera entre Canadá y Estados Unidos. «Es un símbolo de unidad, no de separación», explicó Boudreau. Sin embargo, Noem pronunció frases como “USA number one” y “51st State” —en alusión a la idea de convertir a Canadá en un estado más del país—, lo que fue recibido como una provocación por los presentes. “Un falta de respeto total”, según las palabras de la propia responsable de la biblioteca.

Bandera de Canadá | Canva

La nueva entrada

Para garantizar el acceso de los usuarios canadienses sin infringir las nuevas disposiciones estadounidenses, se ha habilitado una nueva entrada en el lado canadiense del edificio. Así, la biblioteca continúa prestando servicio, aunque marcada por una situación política que ha tensado la convivencia pacífica que simbolizaba durante décadas.

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