Un saludo del tímido «colosal»

«En el invierno de 1924-25, Mr. E. Hamilton, mientras realizaba unas investigaciones sobre las ballenas en el área de las islas Shetland del Sur para el Gobierno de las Malvinas, obtuvo del estómago de un cachalote algunos fragmentos de dos calamares grandes, que entregó al departamento de Zoología del Museo Británico para su catalogación. Tras un largo estudio de esos fragmentos, es evidente que no son atribuibles a ningún género (ni siquiera a una familia) conocida de oegopsida, grupo al que obviamente son atribuibles».

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