Una docena de asociaciones y sindicatos han anunciado la presentación de una petición a la Xunta y al Parlamento de Galicia a favor de ampliar la moratoria vigente en esta comunidad autónoma para frenar la expansión del eucalipto, especie exótica que causa múltiples problemas ecológicos.
Las asociaciones, entre las que figuran la ecologista Adega, mancomunidades de montes y los sindicatos CIG y el agrario SLG, reclaman que la moratoria, adoptada por la Xunta a mediados de 2021 y que concluye este año, sea prolongada con «carácter indefinido».
Alegan que el eucalipto es una especie invasora que supone una amenaza medioambiental y la diversidades forestal, además de representar un riesgo para las tierras agrícolas y montes vecinales, y por constituir un peligro en caso de incendios forestales debido a su facilidad para propagar el fuego.
Plantación de eucalipto / Shutterstock
Los últimos datos del inventario forestal de la Xunta elaborados por grupos de las universidades de Santiago de Compostela y de Vigo calculan que Galicia tienen 413.086 hectáreas ocupadas por eucaliptos -además de 428.960 de coníferas y 634.847 de frondosas caducifolias- de un total de casi 1,5 millones de hectáreas arboladas, equivalente a la mitad de la superficie del territorio gallego.
Los representantes de dichas asociaciones presentaron la iniciativa en una conferencia de prensa en la que indicaron su intención de reclamar a la Xunta medidas para frenar la expansión del eucalipto y denunciaron el reciente rechazo del PPdeG a una iniciativa parlamentaria a favor de extender hasta 2030 moratoria vigente de prohibir nuevas plantaciones para reducir esa especie.
«Ha sido un fracaso absoluto»
Un portavoz de Adega, Fins Eirexas, señaló en la conferencia de prensa que la moratoria ha sido un «absoluto fracaso» y opinó que «no sirvió prácticamente para nada», debido a que el PPdeG, que tiene mayoría absoluta en el Parlamento autonómico y gobierna en la Xunta, «no tenía intención de aplicarla» y quería «no cumplirla».
Añadió que las políticas de la Xunta han favorecido un «caos» en el sector y, pese a los «intentos de maquillar la incompetencia», han contribuido a atraer proyectos como el de la empresa portuguesa Altri, que aspira a construir una fábrica para convertir árboles de eucalipto en pasta de celulosa y fibra textil, una iniciativa que ha recibido amplia contestación social.
Se trata de un árbol impropio de los ecosistemas ibéricos / Agencias
En opinión del representante de Adega, las restricciones de las autoridades de Portugal tras la ola de incendios en 2017 que arrasó amplias zonas de eucaliptos y viviendas, dejando más de sesenta muertos, las empresas lusas optaron por Galicia por considerarlo un «territorio comanche» susceptible de conquistar.
El secretario general de CIG, Paulo Carril, advirtió de que ese sindicato gallego presentó años atrás un decálogo de reclamaciones advirtiendo de que la proliferación de eucaliptos «alentaba la desaparición de montes vecinales», favorecía a la «industrial colonial» y «potenciaba los incendios forestales», y preconizaba medidas de reconversión hacia la producción de «madera de calidad».
Por su parte, representantes de los sindicatos agrarios SLG y Fruga consideraron que las políticas de la Xunta están facilitando la expansión de eucaliptos en detrimento de la superficie agraria útil, y que son susceptibles de contribuir a la proliferación de incendios forestales.
