La mina se tragó a Mini

“La mina se tragó a Mini” podría ser el titular de la crónica política de este Martes Santo, semana de Pasión para la ya extinta consejera de Industria, que entregó el cargo en la Junta sin más ayuda cirinea para cargar su cruz que los lamentos de plañidera de algunos de sus compañeros de gabinete. A Belarmina se la llevó por delante una riada de carbón extraído ilegalmente de una mina fraudulenta. La primera consecuencia política del escándalo de Degaña ya está cumplida. Consummatum est.

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