Un voraz incendio, que corrió como la pólvora por toda la fachada de un edificio de Castellón, hizo saltar el miércoles la alarma en el barrio de Grapa. Con el recuerdo de la tragedia de Campanar (Valencia) todavía muy presente, se vivieron momentos de absoluta tensión cuando el fuego que comenzó en el patio de luces de un primer piso del edificio Luropa II se propagó por uno de los bloques colindantes.
Según ha podido saber Mediterráneo, la Policía Nacional investiga el origen del fuego, que pudo estar en una presunta imprudencia cometida en unos colchones del patio interior, si bien serán las pesquisas policiales las que lleguen a las pertinentes conclusiones.
Primera intervención con extintores
Agentes de este cuerpo fueron los primeros en llegar al lugar y aunque apagaron las primeras llamas con unos extintores, el fuego se había propagado ya por el revestimiento del edificio, de unas nueve alturas, y subió hasta la azotea de la finca, haciendo estallar las ventanas de los pisos a su paso y entrando en algunos de ellos de forma simultánea. De hecho, como señaló el jefe de los bomberos, Antonio Costa, la combustibilidad de ese material fue uno de los factores clave para que el incendio corriera verticalmente.
«Yo estaba en mi casa cuando he visto que estaban los cristales y persianas rotas, la cama y la ropa quemadas…no sabía lo que pasaba; estaba todo lleno de fuego» explicó Dolores, una de las vecinas del edificio, atendida por una quemadura en la mano.
Al menos, tres heridos
El miércoles por la noche, el CICU confirmó la asistencia sanitaria a dos bomberos, de 31 y 39 años, por inhalación de humo, así como a una vecina de 75, si bien el centro de salud de la zona atendió a otros afectados.
«De repente, hemos empezado a ver a la gente salir del edificio. Había niños sin zapatos, gente muy mayor…nos hemos llevado a una mujer al ambulatorio», contó Alba, una joven testigo que se dedicó a ayudar a los afectados.
Gran despliegue y rápidez
Cuatro dotaciones de los bomberos municipales, tres ambulancias y, al menos, una docena de patrullas de la Policía Local y Nacional integraron el dispositivo. Agentes municipales cortaron la circulación en los accesos a la zona para asegurar una zona en la que los vecinos de Grapa siguieron la evolución del fuego tanto desde sus ventanas, como a pie de calle.
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