La muerte del Premio Nobel Mario Vargas Llosa el pasado 13 de abril en Lima dejó conmocionado al mundo literario y a sus seguidores alrededor del globo. Aunque sus hijos aseguraron que falleció «en paz, rodeado de sus seres queridos», existía un secreto bien guardado: desde 2020, el escritor peruano sufría en silencio una enfermedad incurable que nunca salió a la luz pública hasta ahora.
Un amigo íntimo del autor reveló en exclusiva detalles hasta hoy desconocidos sobre el calvario silencioso que vivió Vargas Llosa durante los últimos años. En 2020, recibió de sus médicos un diagnóstico devastador: una enfermedad incurable que avanzó de manera progresiva, mermando gradualmente su estado físico y su vitalidad. A pesar de ello, Mario optó por llevar esta carga en la más absoluta discreción, manteniendo su estado de salud en total hermetismo.
Pero no solo tuvo que lidiar con esta dura realidad médica. El escritor contrajo COVID en dos ocasiones, primero en 2022 y luego en 2023, lo que aceleró aún más el deterioro de su salud. Su círculo cercano notó claramente cómo estos episodios afectaron profundamente su estado físico y anímico, marcando un antes y un después en su vida pública.
En medio de esta lucha silenciosa, el literato continuó demostrando su pasión por la literatura, manteniendo su actividad intelectual hasta que en 2023 decidió poner fin a sus apariciones públicas y retirarse definitivamente del foco mediático para concentrarse plenamente en su salud y en la cercanía con sus seres queridos.
Una neumonía acabó con su vida
La causa inmediata de su muerte, según confirmó su amigo y abogado Enrique Ghersi, fue una neumonía que se complicó gravemente debido al delicado estado de salud en el que ya se encontraba. Un final discreto para una enfermedad que siempre permaneció en la sombra.
Sus hijos, Álvaro, Gonzalo y Morgana, cumpliendo la voluntad de su padre, optaron por una despedida íntima, alejada del ruido mediático y en completa privacidad. «Procederemos según sus instrucciones. No habrá ceremonias públicas y sus restos serán incinerados», afirmaron en un emotivo comunicado, dejando claro que el secreto que mantuvo su padre durante años, permanecerá también tras su partida.
Así, entre el misterio y la privacidad, se cierra el capítulo final en la vida del laureado autor peruano, quien deja atrás una monumental obra literaria y un legado personal marcado por el amor a la libertad, la literatura y el silencio con el que afrontó hasta el último día su enfermedad incurable.