Tras el tradicional encuentro de la Hermandad de la Flagelación y Gloria en la Plaça de Baix, y una vez que el Cristo de la Columna había abandonado el céntrico espacio y enfilado por Alfonso XII para volver a casa, a la parroquia de El Salvador, María Santísima de la Victoria empezó a mecerse para hacer lo propio al ritmo del Aromas Ilicitanos, la popular música que acompaña siempre al pueblo de Elche… También en Semana Santa.
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