Carlos Corberán pone los pies en el suelo. Tras el triunfo ante el Sevilla y con nueve puntos de colchón sobre el descenso (a falta de que se juegue el resto de la jornada), el míster del Valencia quiso enfriar los ánimos, tiró de prudencia y dejó claro que, por ahora, lo único que importa es asegurar la permanencia: “No es bueno hablar de Europa porque quita valor al esfuerzo que el equipo está haciendo”.
“No es tiempo de poner metas que distorsionen la situación, es momento de seguir trabajando, apoyando y creciendo. Todavía quedan puntos para conseguir el objetivo, no voy a mirar nunca nada más que el partido que tenemos por delante”, aseguró.
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Tras el partido, Corberán reconoció que, pese a la victoria, el duelo ante el Sevilla no fue nada sencillo: “No era una afirmación banal cuando dije que este partido me parecía el más complicado de los últimos que hemos jugado. Era completamente real y así se ha visto. No podíamos superar en la primera media hora la presión del Sevilla, pero a partir del minuto 25 hemos crecido y en la segunda parte fuimos superiores”.
Y, cuando le preguntaron si firmaría estar en esta situación hace unos meses, con cierta tranquilidad en la tabla, volvió a evitar caer en euforia: “No se puede estar por encima ni por debajo cuando no se tienen expectativas. Lo que quiero es que el equipo mejore y compita cada partido. Dice mucho de todo lo que han hecho estos jugadores para salir de ser colistas a lo que están haciendo”.
