La V Asamblea General de Podemos reeligió este sábado a Ione Belarra como secretaria general de Podemos con el 90% de los votos en un proceso en el que participaron 27.172 personas. Es casi la mitad de las bases que la respaldaron como relevo de Pablo Iglesias en el proceso de 2021, entonces se superaron los 51.000 electores. Ante los asistentes, así como delegaciones de ERC, EH Bildu, los comunes e IU, entre otras organizaciones sociales, Belarra intervino respaldada con la que será su nueva ejecutiva, de carácter continuista. Hizo un llamamiento claro a sus bases y al electorado progresista que se sienta distanciado del actual Gobierno de coalición: la necesidad de respaldar de forma masiva a Irene Montero como candidata a las próximas generales para «poner en pie de nuevo a una izquierda que aspire a cambiarlo todo«.
La navarra cerró con ese mensaje nítido el evento, instando a que el partido, después de «tres años de resiliencia» en la que «muchos nos daban por muertos«, acate «el mandato de esta asamblea» y «vuelva a soñar alto, fuerte y hasta que todo sea como lo soñamos» cuando hace más de diez años se puso en marcha Podemos de la mano de Iglesias.
Montero, por su parte, no intervino. De ella Belarra puso en valor su trabajo durante la pasada legislatura al frente del Ministerio de Igualdad. «Puso en pie un legado de derechos feministas» con la ley del ‘solo sí es sí’ o la Ley Trans, y ejemplificó que «el poder del Estado desde el Gobierno también puede ser nuestro», de la gente. «Eso es lo que nunca nos van a perdonar«, aseguró la líder morada en referencia a las élites judiciales, empresariales y políticas, en las que integra al PSOE.
Igualmente, Belarra, incidió nuevamente —ha sido una constante durante estas dos jornadas de asamblea— en el cuestionamiento de Sumar. «La sustitución de Podemos era el sueño húmedo de las élites mediáticas, empresariales, del PP, pero también del PSOE. Quería una izquierda más dócil, que aceptara la dinámica del bipartidismo, el envío de armas a Ucrania y que optase por no hacer ruido ni nada —desde Moncloa—. Que no quisiera joderse la vida como lo hicieron Iglesias y Montero«, apreció la también diputada, diferenciando sus trayectorias de la de Yolanda Díaz y sus ministros.
Frente a Sumar, Podemos aspira a «transformar» el espacio de izquierdas para hacer una candidatura «orgullosa de lo que pensamos». Que no «tema a pagar el precio de intentar cambiar las cosas», y lo haga «con muchísimo orgullo». Belarra, para reivindicar a esa izquierda «valiente y autónoma del PSOE» enumeró a los mineros asturianos de la revolución de 1934, a las brigadas internacionales, a la II República y los representantes comunistas, a las Trece Rosas, a Lorca y Miguel Hernández. Pero también a Julio Anguita, con una condena posterior al belicismo. Tanto a la carrera armamentística frente a Rusia, como al «genocidio de Israel en Palestina». «Estamos orgullosos de la juventud antifascista, del Sindicato de Inquilinas, del feminismo, el ecologismo y de la furia Trans», destacó, entre otros referentes Belarra.
Medidas de izquierdas contra la extrema derecha
Belarra cuestionó duramente al PSOE y Sumar, así como su acción de gobierno. Lamentó que prefieran quedarse como están en lugar de emprender «transformaciones» de izquierda ambiciosas. «Eso es lo que nos dicen, mientras lamen las botas a EEUU, y aspiran a gastar el dinero de la vivienda y la dependencia en armas. Van a gastarse hasta 17.000 millones de euros, en lugar de mejorar los hospitales o la cantidad de profesores en las escuelas». Además, creen que los socialistas se niegan a esas políticas ambiciosas, o a «actuaciones contra los fondos de inversión», por interés de finalizar su carrera en grandes empresas; por las puertas giratorias.
Como el viernes hizo Iglesias durante un coloquio en la asamblea, Belarra mencionó que la estrategia de malmenorismo «no sirve». «No le ha servido a la socialdemocracia francesa o alemana para parar a la extrema derecha«. «Solo se la puede parar con más derechos, con la tarea urgente de la reconstrucción de las sociedades». Belarra arremetió contra el liderazgo de Sánchez, contra el de «líderes demócratas que mienten a la gente, que impulsan sociedades donde reina el malestar, y se genera un caldo de cultivo donde pesca la extrema derecha«. Ante ello, y la opinión de Sumar de que dinamitar ahora el Gobierno de coalición por el rearme europeo daría alas a la ultraderecha de Vox, Belarra pide «verdadero patriotismo».
Para Belarra, el conformismo de Sánchez y Yolanda Díaz genera un caldo de cultivo que permite a la ultraderecha pescar entre el descontento social
«Hoy más que nunca hacen falta personas valientes, pacifistas, verdaderas patriotas, que estén dispuestas a jugarse su vida. Te necesitamos Irene, para poner en pie a una izquierda que reequilibre la balanza», dijo Belarra, que hizo suya la gestión social de la pandemia del coronavirus, como el escudo social, que en parte correspondió al Ministerio de Trabajo de Díaz. «Irene, te necesitamos para demostrar que hay alternativa al régimen de guerra«, aclamó la secretaria general.
Llamamiento para ser condicionante
Entre los objetivos de la dirigente morada, de la mano de Montero «como alternativa de derechos sociales», está el ser condicionantes para la influencia en un futuro Ejecutivo. «Nos vamos a dejar la piel hasta que tengamos la fuerza política suficiente para paralizar este rearme europeo y el régimen de guerra; hasta que haya seguridad médica» calidad del sistema educativo «y asegurar que la gente mayor siga en sus casas» y se mantengan «los negocios de barrio». «Vamos a luchar para echar a los fondos buitre de este país, que roban a su gente», y acumulan viviendas vacías que se «necesitan». «No vamos a parar hasta frenar la reacción machista y racista», se comprometió Belarra.
Podemos asegura ahora que, «después de once años de andadura», ahora tienen un «conocimiento más profundo de cómo se hacen los cambios» políticos. Por eso, Belarra aseguró que «lo mejor» para Podemos y para el país «está por venir». «Solo en cuatro años —2014-2018— conseguimos la mayor representación de la izquierda —a la izquierda del PSOE— reciente; echamos al PP y conseguimos el primer Gobierno de coalición de la democracia». «Demostramos que no tiene por qué estar al servicio de los de siempre, y que puede estar al servicio de las clases populares si eliges a los representantes correctos», expuso Belarra, aventurando nuevos éxitos.
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