Poco después de despegar, el piloto que llevaba en su Bell 206L-4 LongRanger IV a los Escobar Camprubí, la familia fallecida en un impactante accidente sobre el río Hudson de Nueva York este jueves, habría alertado por radio de que iba falto de combustible y que tenía que regresar a la base a repostar.
Así lo informó en declaraciones al diario británico The Telegraph Michael Roth, director ejecutivo de la compañía New York Helicopter Tours a la que pertenecía el aparato accidentado, y que causó la mayor tragedia imaginable para una familia que había viajado a la Gran Manzana para celebrar el cumpleaños de uno de sus vástagos.
«El piloto llamó para avisar de que estaba aterrizando y que necesitaba combustible», aseguró Roth al periódico londinense. El ejecutivo también dijo, en declaraciones al rotativo estadounidense New York Post que jamás había visto en sus «30 años en el negocio» un fallo mecánico de estas características.
Según las imágenes que se han difundido del suceso, el helicóptero se desplomó sobre el río Hudson desde una gran altura y a gran velocidad, mientras que las palas del rotor y otras piezas caían separadas del cuerpo principal de la aeronave. Todos los ocupantes, tanto el piloto como la familia española, fallecieron por el impacto.
Agustín Escobar, expresidente y consejero delegado de la compañía alemana Siemens en España, y su mujer, Mercè Camprubí Montal, nieta del expresidente del F.C. Barcelona Agustí Montal, iban con sus tres hijos menores, de 4, 5 y 11 años, a bordo del aparato, como parte de un viaje para celebrar el cumpleaños de uno de ellos.
Tanto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como el presidente de la Generalitat catalana -la familia residía en Barcelona-, Salvador Illa, expresaron sus condolencias por el trágico suceso.
«Las noticias que hoy nos llegan del accidente de helicóptero en el río Hudson son devastadoras. Acompaño en el dolor a los allegados de las víctimas en este momento tan desgarrador», ha expresado Sánchez en X.
La familia Escobar Camprubí antes de el vuelo fatal que acabó con sus vidas.
Por su parte, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, envió en su red social Truth Social el siguiente mensaje: «Terrible accidente de helicóptero en el río Hudson. Parece que seis personas, el piloto, dos adultos y tres niños, ya no están con nosotros. Las imágenes del accidente son horribles. Dios bendiga a las familias y amigos de las víctimas», escribió el mandatario en su cuenta de Truth Social.
Investigación abierta
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) de Estados Unidos se ha hecho cargo de la investigación del accidente para esclarecer lo sucedido. El helicóptero siniestrado donde murió la familia española fue arrendado por la agencia turística New York Helicopter a Meridian Helicopters, una empresa del estado de Luisiana.
La misma aeronave había sufrido una avería severa en Chile en 2010 y otra en Nueva Jersey en 2015, según informes federales que han revelado medios estadounidenses. En ambos casos, los fallos estaban vinculados a piezas de reemplazo «no aptas para el vuelo».
La operadora New York Helicopter ya había protagonizado incidentes previos, incluyendo un amerizaje de emergencia en 2013. En 2019, se declaró en bancarrota, alegando pérdidas derivadas de las restricciones impuestas por la ciudad a los vuelos turísticos por motivos de ruido.