Lockheed Martin y la NASA idearon un caza sin cola que usaría vectorización 3D de empuje, con potencial para transformar la aviación militar moderna.
Lockheed Martin, NASA y USAF idearon un caza sin superficies de cola
A finales de los años noventa, Lockheed Martin, la NASA y la Fuerza Aérea de Estados Unidos colaboraron en un concepto revolucionario: el X-44 Manta (Multi-Axis No-Tail Aircraft). Este diseño propuso un avión sin timones, ni estabilizadores, capaz de operar únicamente con un sistema de vectorización tridimensional de empuje.
Inspirados en el éxito del F-22 Raptor, ingenieros de Lockheed Martin y la NASA pensaron en una versión más avanzada. A partir del fuselaje y motores del Raptor, el X-44 reemplazaría las superficies de control convencionales por una configuración de ala delta alargada, sin cola. Esta propuesta buscaba mejorar la eficiencia aerodinámica, aumentar la capacidad de combustible y reducir la firma de radar.
El elemento más disruptivo del X-44 era la eliminación de superficies móviles externas para control de vuelo. En lugar de alerones, elevadores o timones, el avión se controlaría exclusivamente mediante toberas de empuje capaces de orientar el chorro en tres dimensiones. Aunque el F-22 ya incorporaba vectorización bidimensional, el Manta pretendía integrar completamente los sistemas de propulsión y control.
Se preveía que el X-44 utilizaría motores Pratt & Whitney F119, los mismos del F-22. Esta configuración, con dos unidades lado a lado, generaría hasta 35,000 libras de empuje, permitiendo velocidades cercanas a Mach 2, es decir, 1,500 millas por hora. Aunque no se construyó un prototipo, las estimaciones indicaban un rendimiento superior en velocidad y maniobrabilidad.
Características técnicas clave del X-44 Manta según diseño original
- Vectorización de empuje 3D como único sistema de control de actitud.
- Configuración sin superficies de cola, para máxima furtividad.
- Basado en fuselaje y motores del F-22 Raptor.
- Ala delta extendida para mayor volumen interno y autonomía.
- Capacidad para portar hasta ocho misiles aire-aire y cañón de 20 mm.
- Velocidad estimada: Mach 2, sin datos de prueba en prototipo.
- Cancelación en el año 2000 por falta de fondos y prioridades cambiantes.
La forma y capacidad del X-44 ofrecían ventajas tácticas cruciales

Una de las ventajas estructurales del X-44 Manta era su configuración de ala delta alargada, más amplia que la del F-22. Esta ampliación permitía un volumen interno superior, lo que facilitaba una mayor capacidad de combustible y, en consecuencia, mayor alcance operativo, clave para misiones en profundidad.
El incremento de espacio también ofrecía opciones para un arsenal más extenso. De acuerdo con el diseño conceptual, el X-44 incorporaría un cañón interno de 20 mm y una combinación de misiles AIM-9 Sidewinder y AIM-120 AMRAAM. Además, podía montar armamento adicional bajo las alas si la misión no requería configuración furtiva.
Prescindir de superficies de cola no solo aligeraba el diseño, sino que también mejoraba significativamente su capacidad de evasión al radar. Los estabilizadores verticales y horizontales, al reflejar señales, aumentan la firma de radar. Al eliminarlos, el Manta reducía su visibilidad para sistemas enemigos.
Este planteamiento respondía a la evolución hacia plataformas de baja observabilidad, en la que Lockheed Martin tenía experiencia previa con modelos como el F-117 Nighthawk. La propuesta combinaba esta furtividad con maniobrabilidad extrema, perfilándose como un proyecto de gran potencial en la aviación de combate.
El programa X-44 recibió aprobación inicial pero nunca llegó al vuelo
En 1999, la NASA y la Fuerza Aérea de Estados Unidos iniciaron formalmente el desarrollo del proyecto X-44. En junio de ese año, la NASA lo aprobó bajo la designación X-44A, con la intención de ensayar sus tecnologías en un F-22 o F-15 modificado antes de construir un prototipo completo.
El plan contemplaba comenzar las pruebas de vuelo en el año fiscal 2007. Para ello, se contaba con financiamiento del gobierno federal y el respaldo de dos contratistas. Sin embargo, el impulso inicial no se mantuvo. En 2000, el programa fue cancelado por falta de fondos, sin que se completara la construcción de ninguna unidad.
Las razones documentadas para la suspensión del programa son limitadas, aunque se estima que el alto coste, la prioridad en la producción del F-22 y el desarrollo del F-35 Joint Strike Fighter influyeron en la decisión.
La cancelación ocurrió antes de que pudiera fabricarse un prototipo operativo, lo que impidió validar en vuelo las teorías planteadas. Aun así, los estudios técnicos realizados permanecen disponibles y han tenido eco en desarrollos posteriores.
El legado del X-44 influye en futuros conceptos de aviación militar

Aunque el X-44 Manta nunca se construyó, varios conceptos posteriores adoptaron elementos clave de su diseño. La idea de un avión sin cola y el uso intensivo de vectorización de empuje han sido retomados en propuestas como el FB-22, una versión bombardera del F-22 que contemplaba eliminar estabilizadores verticales.
Proyectos recientes como el Next Generation Air Dominance (NGAD), enfocados en cazas de sexta generación, también han presentado diseños con ala delta y configuraciones sin cola, similares al Manta. Estas similitudes indican que las ideas del X-44 siguen presentes en el pensamiento de diseño actual.
El concepto del X-44 fue producto de una época de dominio tecnológico estadounidense tras la Guerra Fría. En ese contexto, las agencias gubernamentales podían explorar ideas ambiciosas sin restricciones inmediatas de aplicación práctica.
El modelo, impulsado por motores supersónicos y armado con un amplio arsenal, fue concebido como una plataforma de superioridad aérea total. Aunque no se materializó, el Manta representa una fase experimental crucial que continúa influyendo en los programas más avanzados de aviación militar.
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