Ganadora del Goya a mejor actriz por ‘La infiltrada’, Carolina Yuste aterriza en Vigo en el marco de Rueda Academia de Cine y, tras visitar la Escola Superior de Arte Dramática de Galicia. Disfrutando de las suaves temperaturas y de las posibilidades de la ciudad, la actrizse muestra encantada con su estancia en la ciudad gallega y su participación en el programa de desarrollo audiovisual Rueda Academia de Cine.
-¿Qué tal ha sido el encuentro con el alumnado de la ESAD y qué supone compartir su experiencia con el relevo de la profesión?
-Ha sido precioso, la verdad. El sitio me parece chulísimo y ha sido muy guay porque, de alguna manera, todos hemos pasado por ese momento de todavía estar en la escuela, de tener esa incertidumbre de qué va a pasar después, de intentar disfrutarlo al máximo, con toda la intensidad que eso implica, de vivir ese momento tan intenso, tanto para lo bueno como para lo malo. Y también es muy hermoso ver cuáles son sus dudas reales, sus preguntas, sus miedos, sus deseos… Es muy bonito.
-Como actriz, ¿qué importancia tiene que este programa de desarrollo audiovisual también incorpore su visión de la profesión en formaciones o actividades?
-Justo esto es algo que comenté en la escuela. Para mí lo importante de que se nos incluya es que, muchas veces, a los actores y a las actrices se nos considera entes aparte del proceso creativo, sobre todo en ficción. En teatro no pasa tanto, por ejemplo, porque la propia construcción de la obra está hecha por todas las personas del equipo. En otros casos parece que llegamos como monigotes y que hacemos lo que nos han dicho que tenemos que hacer, te han dicho qué te tienes que poner. Lo interesante es abrir el proceso creativo también a los que lo hacemos, porque también tenemos una visión creativa del mismo. Por eso es muy guay estar aquí, porque aprendemos y creo que todas las materias y departamentos confluyen en algún punto.
-Una de las actividades estrella de Rueda es la proyección de La infiltrada, una película en la que da la sensación de que su papel ha sido muy exigente, ¿cómo fue su preparación y el rodaje?
-Sí que fue exigente, pero en el rodaje no lo fue tanto, ¡fíjate! Las dos cosas son ciertas. Por una parte, todo el proceso antes de empezar a rodar, ese momento en el que empiezas a investigar, a ponerte en contexto, a leer documentos, periódicos, libros, y a ver películas, documentales y entrevistas, todo ese momento sí que fue muy intenso, muy exigente, y muy duro también. Pero es que luego he tenido la gran suerte de tener de líder del proyecto a Arantxa, que es la persona en la que yo confío 100% y que ella también confía en mí. Dentro de la propia exigencia o dificultad de la historia y del personaje, he podido sentirme muy tranquila, acompañada y pudiendo jugar mucho, pudiendo atreverme a improvisar o hacer cosas un poco más arriesgadas en ciertos momentos y saber que voy a estar sostenida por Arantxa.
La actriz Carolina Yuste, ayer, en la charla que impartió en la ESAD. / MARTA G. BREA
-Haber trabajado con Arantxa Echevarría en otros proyectos le permite ese nivel de confianza.
-Sí, sí, totalmente. Porque yo, por ejemplo, soy muy obediente, pero también me gusta mucho ser un poco salvaje e improvisar. No todo el mundo está cómodo ahí, pero sé que Arantxa va a saber jugar muy bien con eso y no va a tener miedo, que luego destacará lo que le interese, que sabrá recoger esa cosa supergenuina que sucede en un momento y que a lo mejor no se repite nunca más. Saber que te puedes atrever a hacer eso y que no me lo va a recriminar, sino que incluso nos podemos reír, poder trabajar desde ahí es una relajación y muy cómodo.
-Luego llegó el Goya a mejor actriz, ¿lo siente como un reconocimiento a ese trabajo invisible de documentación e investigación al que hacía referencia?
– No lo sé… justo hablando con Óscar de la Fuente, de esta temporada de premios, siempre desde el agradecimiento y desde el amor absoluto, comentábamos que valorar en este oficio tan subjetivo quién es mejor y peor me parece raro. Óscar decía: no es que seamos los mejores, sino que este año te ha tocado ganar. Y yo un poco lo siento así, porque estoy convencida de que el resto de mis compañeras han hecho ese mismo trabajo, también han investigado y se han dejado el alma en hacer sus personajes de la manera más honesta posible. Este año me ha tocado a mí, me lo he llevado para mi casa y más feliz que un regaliz, también te digo.
«Todo el proceso de investigación antes de rodar ‘La infiltrada’, fue muy exigente y muy duro”
-Además de su faceta como actriz, hoy en el programa Rueda muestra otra, la de codirectora de Ciao Bambina, con Afioco Gnecco, ¿cómo dio ese salto y qué aprendizajes le dejó?
-Ha sido hermosísimo porque nace del amor total. Cuando él iba a empezar su proceso de transición me comentó que le gustaría mucho grabarlo, que quedara recogido, y que le gustaría hacerlo conmigo. Empezamos grabándonos en la cotidianidad con las cámaras del móvil y el proyecto se fue haciendo grande y ahora estamos terminando el largo. Estoy muy contenta porque nace del deseo de contar una historia que nos remueve con alguien que es colega. Ha habido muchas dificultades y he tenido que aprender muchas cosas porque nunca me había puesto detrás de la cámara, hay muchas cosas que sé que quiero y cómo quiero, pero no tengo suficiente lenguaje técnico desde la dirección para saber expresarlo y he aprendido mucho. Me parece muy interesante poder, de repente ahora, cuando voy a rodar, tener más información y siento que me ha beneficiado en ese sentido, lo tengo más claro y más control, y es positivo dentro de ese límite ser más libre.

La actriz Carolina Yuste, ayer, en Vigo. / Marta G. Brea
-Se caracteriza por ser una mujer y una actriz muy combativa, ¿qué espacios quedan por conquistar en la industria y también en la vida?
-Claro, es que pienso que es lo mismo. Cada profesión tiene sus cosas concretas, pero no es más que un reflejo de lo que sucede en general en la sociedad. Pienso que algo que tenemos que conquistar es la confianza, la confianza de que podemos hacerlo, pero no entendida como la confianza en nosotras mismas, que creo que eso ya lo tenemos más hablado. Por ejemplo, ver lo que ha pasado con La infiltrada, que me parece chulísimo, es ver cómo una película escrita, dirigida y protagonizada por mujeres puede ser un éxito en taquilla siendo un thriller. A veces nos encontramos con gente diciendo que las directoras solo hacen obras emocionales, bueno, es que a lo mejor lo que pasa es que con el dinero que nos dan es a lo que llegamos. Creo que esto sigue pasando, que alguien se imagina un thriller y enseguida se llama a un guionista y a un director, pero no se imaginan que esa película la puedan realizar mujeres.
-En la actualidad se encuentra de gira con Caperucita en Manhattan, ¿está trabajando en algún otro proyecto?
-Sí estamos de gira y estoy feliz de la vida, porque es bajo la dirección de Lucía Miranda y creo que tengo mucha suerte con los equipos de los que me rodeo. Y, por otra parte, estoy terminando el documental con Afi y ya estoy en ese punto de que estoy saturada y no quiero verlo más, porque lo he repasado mil veces, pero muy contenta.