El estudio hace hincapié en la infrafinanciación estructural de la Comunitat Valenciana y en la escasa ejecución de inversiones previamente aprobadas, lo que agrava la vulnerabilidad frente a catástrofes como la dana. En este sentido, se reconoce la contribución del nuevo cauce del Turia o la presa de Forata a la hora de reducir daños en algunas poblaciones, pero igualmente se advierte de la debilidad de otras y se apunta a la necesidad de elaborar un plan extraordinario “capaz de garantizar que lo ocurrido no vuelva a pasar”.
Recuperación económica
Desde la CEV se propone actuar sobre cinco pilares fundamentales . El primero es la recuperación de la actividad económica y transformación del modelo productivo. Al respecto, se pide una actuación rápida y coordinada para reactivar industrias, logística y comercio y se propone la aprobación de incentivos fiscales, movilizar ayudas europeas, regenerar áreas industriales y mejorar la colaboración entre administraciones.
Coordinación institucional
También se plantea la mejora de la coordinación institucional y la planificación. Se sugiere abordar los problemas de la zona central y en otras zonas de la Comunitat desde una escala metropolitana, superando el ámbito municipal. Esto permitiría una mejor reordenación del territorio, mejoras necesarias en la movilidad, rediseñar la cartografía de riesgos de inundación y fomentar un crecimiento integrado e inteligente.
Obras de protección
El tercer pilar es la creación de infraestructura resiliente ante eventos extremos y cambio climático. Para salvar vidas, industrias y equipamientos se aboga por ejecutar las actuaciones planificadas y no acometidas y suplir las enormes carencias existentes en muchos aspectos. Al respecto, se destaca la necesidad urgente de ejecutar obras planificadas no acometidas o rediseñar infraestructuras críticas por valor de 12.503 millones: en concreto, hidráulicas, por 1.763 millones; viarias, por 2.093, o ferroviarias, de 7.297 millones. De Metrovalencia corresponden 890 millones, 142 en plataformas intermodales. 6.265 corresponden a ADIF y RENFE, entre Cercanías y el túnel pasante, estación central y canal de acceso, o 400 millones para obras aeroportuarias.
El secreto del nuevo canal de acceso sur a València: Así se ha construido el nuevo túnel ferroviario del Parc Central / Redacción Levante-EMV
Mejoras en movilidad
El cuarto pilar reclama «una nueva movilidad». Se proponen mejoras y refuerzos, así como otras actuaciones a largo plazo que resuelvan los déficits de Metrovalencia, reforzar el servicio de autobuses metropolitanos, más flexible y rápido de implementar que otras alternativas, y atender urgentemente las necesidades en Cercanías. También se plantean redes transversales, mayor frecuencia y fiabilidad del transporte público, según la información facilitada por CEV.
Una población segura
Por último, para reforzar la seguridad, se reclama “dar una mayor relevancia a los criterios técnicos en los procesos y posiciones de gestión y decisión para la creación de equipamientos, para actuar con eficacia y rapidez en materias de vital importancia y en la toma de decisiones para la prevención y respuesta ante catástrofes”. Además, se pone el foco en la prevención y preparación general ante fenómenos climatológicos adversos; para ello, se plantea la creación de Sistemas de Alerta Temprana, establecimiento de protocolos de prevención y la puesta en marcha de programas de formación ciudadana.