El rey Juan Carlos (87 años) ha presentado este miércoles una demanda por delitos contra el honor en un tribunal suizo contra su antigua pareja, la empresaria Corinna Larsen (61), y contra Dante Canonica, abogado suizo que colaboró con ambos en la gestión de una fundación panameña relacionada con fondos de origen saudí. La acción legal llega apenas unos días después de que el monarca interpusiera otra querella en España contra el expresidente de Cantabria Miguel Ángel Revilla (82), también por presunta difamación.
La querella contra Larsen fue adelantada por El Periódico, que informó de que se ha presentado en Suiza, país en el que el rey emérito depositó 65 millones de euros procedentes de una transferencia del Ministerio de Finanzas de Arabia Saudí en 2008. La donación, realizada a través de la Fundación Lucum, estuvo durante años bajo investigación por presunto blanqueo de capitales, aunque la causa fue finalmente archivada.
Según El País, la demanda no solo incluye a Larsen, sino también a Dante Canonica, abogado ginebrino que constituyó la citada fundación en Panamá y gestionó la cuenta bancaria suiza en la que se ingresó el dinero. Canonica declaró ante el fiscal suizo detalles sobre el uso de los fondos, los vínculos del monarca con la Zarzuela y sus desplazamientos, aunque sus testimonios están ahora bajo revisión tras esta nueva ofensiva legal.
Larsen, que fue pareja sentimental del monarca durante más de una década, denunció a Juan Carlos I en 2021 ante un tribunal británico por acoso, espionaje y amenazas. Alegó que el Emérito había desplegado una campaña de intimidación contra ella y su hijo menor con el objetivo de forzar la reanudación de la relación sentimental y recuperar los 65 millones que le había transferido.
Sin embargo, la justicia británica rechazó la demanda al considerar que carecía de jurisdicción para juzgar el caso, además de que el relato no se ajustaba a la tipificación del delito de acoso en el Reino Unido.
Corinna Larsen defendió en su momento que el dinero fue un obsequio por «gratitud y amor», mientras que el entorno de Juan Carlos I sostiene que no se trató de una donación sino de una cantidad entregada para su custodia, que ella se negó a devolver.
Como informó eldiario.es, la inclusión de Canonica en la querella ha causado sorpresa por tratarse de un colaborador clave en la creación de la estructura financiera que facilitó la ocultación de los fondos. Aunque en el pasado fue abogado de Larsen, su relación con la empresaria se deterioró tras negarse ella a devolver el dinero.
La demanda también coincide con el anuncio de una próxima publicación de las memorias del exjefe del Estado, prevista para el verano. En ellas, el monarca pretende ofrecer su versión de los hechos que han marcado los últimos años de su vida pública y privada.
El entorno del Emérito justifica estas acciones legales con el argumento de que Juan Carlos I busca «arreglarlo todo antes de irse», en referencia a su avanzada edad y al deseo de preservar su legado. La Casa del Rey se ha desmarcado del proceso judicial, asegurando que se trata de una «iniciativa personal».
El rey emérito reside en Abu Dabi desde agosto de 2020, donde se trasladó tras el estallido de diversos escándalos financieros que llevaron a la Fiscalía a abrir investigaciones que ya han sido archivadas. Entre ellas, figuraban presuntas comisiones ilegales por el AVE a La Meca, uso de tarjetas opacas y cuentas en paraísos fiscales.