El J-20, diseñado por Chengdu, marca un avance clave en la aviación militar china con capacidades furtivas, armamento de largo alcance y producción acelerada.
China incorpora al J-20 como pilar central de su fuerza aérea
El J-20 “Dragón Poderoso” se consolidó desde 2017 como el primer caza furtivo de quinta generación desarrollado por China. Fabricado por Chengdu Aircraft Industry Group para la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación (PLAAF), representa uno de los programas más avanzados dentro de la modernización militar del país asiático.
Diseñado para misiones de superioridad aérea y ataque a tierra, el J-20 incorpora un fusilaje aerodinámico, alas delta con canards y entradas de aire DSI. Estas características buscan reducir su firma de radar y mejorar su maniobrabilidad. Con 20.8 metros de largo y una envergadura de 13 metros, supera en tamaño al F-22 y F-35, lo que sugiere mayor autonomía y capacidad de carga.
Su primer vuelo ocurrió el 11 de enero de 2011, coincidiendo con una visita del entonces secretario de Defensa de EE. UU., Robert Gates, a Pekín. Esto fue interpretado por algunos como un acto de demostración estratégica por parte del gobierno chino.
La versatilidad de diseño permite al J-20 adoptar diferentes configuraciones tácticas, aunque su rendimiento real continúa sin validarse en escenarios bélicos activos, lo que deja incertidumbre sobre sus capacidades efectivas frente a sus equivalentes estadounidenses.
Componentes clave del diseño técnico y armamento del J-20
- Fuselaje con entradas DSI y canards para baja firma de radar.
- Cuatro misiles PL-15 en bahía interna y dos PL-10 en laterales.
- Configuración “modo bestia” con hasta ocho PL-15 externos.
- Sin cañón interno, a diferencia del F-22 o el F-35.
- Radar AESA tipo 1475 y sensores electroópticos avanzados.
- Longitud: 20.8 m; Envergadura: 13 m.
- Velocidad estimada: 2,468 km/h; Alcance: 5,926 km.
El motor WS-15 impulsa mejoras críticas en rendimiento aéreo

Inicialmente, el J-20 utilizó motores Saturn AL-31F de origen ruso, que no permitían vuelo supersónico sostenido. Esta limitación impedía alcanzar la capacidad de supercrucero, una ventaja táctica clave del F-22.
China desarrolló el motor WS-10C como solución intermedia, pero ha enfocado sus esfuerzos en el WS-15, diseñado para alcanzar entre 40,000 y 44,000 libras de empuje, acercándose al Pratt & Whitney F119. En 2023, videos mostraron unidades del J-20 volando con el WS-15.
Aunque representa un avance significativo, el desarrollo del WS-15 ha enfrentado problemas, como la explosión documentada de un motor en 2015, lo que plantea dudas sobre su confiabilidad y control de calidad.
La adopción plena del WS-15 permitiría al J-20 igualar el supercrucero del F-22, con implicaciones estratégicas para el dominio aéreo regional, especialmente en enfrentamientos más allá del alcance visual (BVR).
China acelera la producción del J-20 para reforzar sus fuerzas
La fabricación del J-20 ha crecido notablemente en los últimos años. Según estimaciones del Pentágono y reportes de Janes, en 2023 China ya contaba con entre 200 y 250 unidades, superando el número total de F-22 construidos.
El ritmo de producción se calcula en cerca de 100 unidades por año, con 70 aviones incorporados solo en 2023. En mayo de 2024, se informó que 12 brigadas de la PLAAF operaban con el J-20, desplegados en las cinco comandancias de teatro chinas.
Los despliegues se concentran en zonas estratégicas como el Mar del Sur de China y el Estrecho de Taiwán, lo que refleja el uso del J-20 en tareas de disuasión y control territorial en áreas de fricción geopolítica.
El volumen creciente de producción indica que el J-20 es prioritario en los planes de defensa del país, aunque su desempeño operacional sigue sin validarse por falta de experiencia en combate.
Comparaciones con cazas estadounidenses destacan diferencias clave

El nivel de furtividad del J-20 ha sido cuestionado por analistas occidentales. Aunque China lo presenta como comparable al F-22 y F-35, estudios como los del China Power Project del CSIS indican que su reducción de sección radar no es uniforme desde todos los ángulos.
Billie Flynn, piloto de pruebas del F-35, ha señalado que el verdadero sigilo implica evasión multilateral de sensores, algo que los modelos chinos aún no demostrarían con certeza. Por ello, algunos lo consideran un caza de baja observabilidad, más que verdaderamente furtivo.
La ausencia de un cañón interno en el J-20 representa otra diferencia frente a sus contrapartes estadounidenses, limitando su eficacia en combates cercanos, donde el F-22 mantiene superioridad por su agilidad y maniobrabilidad.
En conectividad, el F-35 sobresale por su fusión de sensores y red de datos, capacidades que no se ha confirmado que el J-20 posea al mismo nivel. Por su parte, el F-22 continúa liderando en velocidad (Mach 2.25) y alcance efectivo de combate.
La variante biplaza y usos estratégicos amplían su versatilidad

El J-20S, versión biplaza del caza, fue avistado por primera vez en octubre de 2021. Esta modificación es única entre los cazas furtivos y podría estar destinada a coordinación con drones o a misiones como centro de comando aéreo.
También se aprobó al J-20 como futuro caza embarcado para operar desde los portaaviones Type 003 de la Armada del EPL. Sin embargo, su tamaño requiere modificaciones estructurales para integrarse en operaciones navales.
Estas adaptaciones indican un interés de China por ampliar las funciones del J-20 más allá de la superioridad aérea, acercándolo a la versatilidad táctica del F-35, con múltiples roles dentro del espacio de batalla moderno.
Analistas destacan que, a pesar de estos avances, el J-20 sigue sin registrar acciones en combate real. Su despliegue en regiones como el Tíbet o el Mar del Este de China refuerza su función en misiones de disuasión y control de espacio aéreo regional.
La entrada El J-20 quiere ser invisible: pero aún no puede con el F-22 se publicó primero en Noticias de Israel.