Público/privado, una falsa disyuntiva

El Gobierno de Pedro Sánchez ha intentado ofrecer una imagen ideal de los servicios públicos frente a los privados. Bien está felicitar, dar las gracias, encumbrar la calidad de nuestra sanidad y nuestra educación públicas. La envidia mundial, proclama. Sin embargo olvida que para demostrar el orgullo de lo público no es necesario denigrar las iniciativas privadas, hablar de «chiringuitos», de «máquinas expendedoras de títulos» o de buitres ávidos de enriquecerse a costa de la educación y la salud de los ciudadanos.

Fuente