plantea retirar ya 10.000 soldados del flanco este de la OTAN

Mientras el mundo busca la manera (o las maneras) de responder a la ofensiva arancelaria lanzada por Donald Trump, en los pasillos del Pentágono siguen las deliberaciones sobre cómo abordar otra de las obsesiones del presidente de Estados Unidos: lograr que sus aliados de la OTAN aumenten sus respectivos gastos militares. Y conseguirlo, además, sea como sea. Porque el republicano cree —y lo ha repetido una y otra vez— que Europa debe asumir la responsabilidad de su propia seguridad.

Desde que asumió el cargo en enero, el mandatario ha trastocado por completo las relaciones transatlánticas y ha amenazado con dejar de proteger a sus aliados, que ya estudian (con altibajos) cómo rearmarse. Pero más allá de retirar temporalmente la ayuda militar a Ucrania, la desconexión de Europa ha sido solo una amenaza… que podría materializarse más pronto que tarde.

Según avanzaba este martes la cadena NBC, el Departamento de Defensa de Estados Unidos está considerando la posibilidad de retirar hasta 10.000 militares de Europa del Este. De esta forma, reduciría a la mitad las tropas que su predecesor, Joe Biden, desplegó en 2022 en el flanco oriental de la OTAN para reforzar la defensa de los países fronterizos con Ucrania tras el inicio de la invasión rusa a gran escala.

La información proviene de seis funcionarios estadounidenses y europeos que han solicitado permanecer en el anonimato, pero coinciden en que, si se adopta la propuesta, Europa vería su músculo militar debilitado ante una Rusia ansiosa por expandir su influencia. Además, los posibles cambios en la presencia militar de Estados Unidos en el continente se dan a conocer en un momento especialmente delicado, ya que Trump está negociando con su homólogo ruso, Vladímir Putin, un plan de alto el fuego en Ucrania. Unas conversaciones para las que no ha contado con los socios europeos y apenas con el Gobierno ucraniano, a quien presiona para que haga concesiones.

Según explica el teniente general retirado Ben Hodges, excomandante general del Ejército de los Estados Unidos en Europa (USAREUR) y actual asesor principal de Human Rights First, en una entrevista con EL ESPAÑOL, esta posible retirada responde al esfuerzo del actual Gobierno por «transferir parte de la carga de la seguridad a sus socios europeos». Pero también se enmarca dentro de un proceso de revisión de recursos —una práctica habitual en todas las administraciones— que ahora plantea «reducir las fuerzas en Europa para reubicarlas en la región del Indo-Pacífico». «Es algo que hizo también Obama», recuerda.

Esta estrategia, de hecho, ya fue anticipada por el actual secretario de Defensa, Pete Hegseth, en su primer viaje al extranjero, cuando afirmó en Bruselas que «las duras realidades estratégicas impiden que Estados Unidos de América se enfoque principalmente en la seguridad de Europa». Porque, dijo, la prioridad ahora es la frontera con México y China, su principal rival y enemigo.

«En última instancia, esta decisión también responde a una cuestión económica«, añade Hodges. Desde su llegada, la nueva Administración Trump ha establecido un departamento destinado a reducir el gasto federal y la burocracia. Esta entidad, controlada por el multimillonario Elon Musk, ya ha implementado recortes significativos en diversos sectores, incluido el Pentágono, que ha experimentado drásticos ajustes presupuestarios. Es la ya conocida «motosierra» de Trump que ha provocado una oleada de manifestaciones en todo el país en los últimos días. 

El Pentágono.

En este contexto, según explica el teniente general a este periódico, el Gobierno podría considerar que reducir la presencia militar estadounidense en Europa permitiría liberar recursos, posiblemente para reforzar la región del Indo-Pacífico, o para cualquier otra cosa. Pero también ofrecería ahorros para las Fuerzas Armadas, que busca inversiones para nuevos y más innnovadores equipos y armamento. «Preveo grandes recortes en el Ejército de EEUU, de entre un 20% y un 30%, y en este escenario es poco probable que las tropas en Europa se salven», concluye.

En ambos lados del océano, la posibilidad de que EEUU retire parte de sus tropas genera temor de que Rusia lo interprete como una señal de vulnerabilidad. Los rusos «evaluarían una reducción de las fuerzas estadounidenses como un debilitamiento de la disuasión, y aumentarían su disposición a inmiscuirse de diversas maneras en todo el espectro en Europa», señalaba Seth Jones, vicepresidente senior del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, a la NBC.

Esto cobra mayor relevancia después de que una reciente evaluación de los servicios de inteligencia de Dinamarca planteara la hipótesis de un posible ataque de Moscú en Europa en los próximos cinco años. «La retirada debería ir acompañada de un mensaje claro a Rusia para que no lo confunda con debilidad», sentencia por su parte Hodges, quien confiesa no tener muchas esperanzas de que eso ocurra.

«Mantenerse como hasta ahora»

El principal general estadounidense en Europa, Christopher Cavoli, ha explicado a los legisladores durante una audiencia en la Cámara de Representantes que su consejo es «mantener las fuerzas como hasta ahora«. Se calcula que Estados Unidos tiene estacionados entre 80.000 y 100.000 soldados en el Viejo Continente, aunque no existe una cifra oficial. De ellos, alrededor de 50.000 están desplegados en Alemania, de acuerdo con datos de Deutsche Welle.

Cavoli también ha señalado que el Ejército revisa periódicamente sus niveles de tropas en Europa desde el inicio de la guerra, pero que en todo este tiempo «siempre ha recomendado mantener las fuerzas» y que «continuará haciéndolo», recoge la agencia Reuters. Preguntado sobre si había algún plan para trasladar fuerzas del flanco oriental de la OTAN, Cavoli ha indicado que las tropas se mueven con frecuencia, pero que «los principales emplazamientos donde tenemos fuerzas en este momento, ahí es donde están», y que allí es donde «planea mantenerlas».

Su postura contrasta con la idea que Trump deslizó hace unas semanas de retirar una parte significativa de sus tropas en Alemania para reubicarlas en otros países del este de Europa, entre los que figura la Hungría de Viktor Orbán, aliado ideológico y socio prioritario de la nueva Administración, según adelantó The Telegraph.

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