Los extranjeros mantienen el apetito por seguir comprando activos inmobiliarios y, en concreto, viviendas, en Madrid, a pesar de la derogación definitiva de la ‘golden visa’ que entró en vigor el pasado 3 de abril. Según los expertos consultados, el volumen de transacciones vinculadas exclusivamente a este permiso de residencia eran bajas, mientras los fundamentales que han impulsado Madrid en los últimos años se han mantenido intactos, como la seguridad o su oferta cultura y gastronómica, que han convertido a la capital como la puerta de entrada de Europa.
El 3 de abril desapareció de forma definitiva la ‘golden visa’, permiso que pudieron obtener durante más de una década extranjeros no residentes que invirtiesen más de medio millón de euros en la adquisición de un inmueble en territorio nacional. La derogación se produjo más de un año después de que el presidente Pedro Sánchez anunciase su eliminación, aunque ha sido muy celebrada por Isabel Rodríguez, ministra de Vivienda, que cree que la desaparición «es una buena noticia para todos» y «sirve para dar oportunidades a quienes hoy tienen problemas para acceder a una vivienda en lugares concretos y con tensión de precios y falta de oferta residencial».
Aunque en los últimos días antes de la derogación, algunos compradores apuraron para poder beneficiarse de la existencia de la medida, tal y como relató ACTIVOS, los expertos señalan que el efecto en el mercado es bajo. Rebeca Caballero, directora del departamento internacional de Gilmar, considera «posible» que la supresión de las ‘golden visa’ influya en las decisiones de algunos inversores extranjeros no comunitarios, aunque recuerda que hasta octubre del pasado año se habían concedido únicamente 780 visados. «Por lo tanto, aunque podría haber una disminución en este segmento específico, no se anticipa un impacto significativo en el volumen total de compraventas de viviendas en Madrid«, añade la directiva.
Jesús Alonso de la Prida, director de Marketing de Diza Consultores, en la misma línea, apunta que la ‘golden visa’ representa «un segmento mínimo del mercado inmobiliario» y asegura: «La mayoría de los inversores extranjeros que adquieren vivienda en Madrid no les interesa una residencia permanente«. Alonso de la Prida sí reconoce que algunos clientes se han interesado por la fecha límite de la derogación, aunque «no ha sido algo sustancial ni ha acelerado operaciones en curso». Caballero de Gilmar sí reconoce que la medida tendrá algún tipo de impacto en la vivienda que clasifica como premium, aunque ve «poco probable que provoque una caída significativa en la inversión en vivienda». «No tendrá un impacto sustancial en el mercado inmobiliario español», agrega la directora del departamento internacional de la inmobiliaria madrileña.
¿Mayor diversificación de las inversiones?
Sobre la posibilidad de que los extranjeros decidan ahora tras la derogación de la ‘golden visa’ invertir en otra clase de activos conviene mencionar que este visado lo podían obtener foráneos que gastasen más de 500.000 euros en todo tipo de inmuebles en territorio nacional, independientemente de su uso. Es decir, las inversiones podían ser plazas de garaje, trasteros, locales comerciales o, incluso, terrenos, siempre y cuando en conjunto sumasen más que ese importe y estos no fuesen hipotecados. A pesar de esto, Rebeca Caballero de Gilmar sentencia: «La mayoría de la inversión extranjera no comunitaria en nuestro país no está motivada por la obtención de residencia«.
Por otro lado, Alonso de la Prida de Diza Consultores aprecia que los locales comerciales, a pesar de su funcionamiento diferencial frente al residencial, «empieza a despertar cierto interés entre el público internacional», especialmente en localizaciones céntricas, que en la capital serían el Barrio de Salamanca u otras como Sol, Preciados, Gran Vía o Fuencarral. Sin embargo, la mayoría de estos perfiles no aterrizan en España con una vocación de desarrollar grandes inversiones, sino buscar un entorno seguro donde pasar épocas del año. Por este motivo, su gran desembolso se produce en la compra de una vivienda de la que sí esperan una revalorización a largo plazo, pero no una rentabilidad a través del alquiler.
La inversión extranjera, pendiente de los aranceles y el nuevo impuesto
Dejando a un lado la ‘golden visa’, la gran preocupación es el alcance que podrían tener los potenciales aranceles que imponga el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a la Unión Europea. En los últimos años, los estadounidenses han empezado a protagonizar sus primeras operaciones en Madrid, a pesar de que su cuota de mercado sigue siendo baja, algo que ahora está en peligro. Otro de los puntos que también pueden tener una fuerte trascendencia es si finalmente se concreta el impuesto de hasta el 100% a los extranjeros no comunitarios que quieran adquirir una casa en España, una medida anunciada por el presidente Pedro Sánchez en enero y de la que no se ha concretado nada aún que supondría en la práctica un ‘veto’ a la compra de casas por parte de no residentes de fuera de la Unión Europea.