Luis Enrique celebró a lo grande su proclamación como campeón de liga. El PSG se coronó tan solo hace unos días como el primer campeón invicto en la historia del campeonato francés. La antesala perfecta al partido de ida de cuartos de final de la Champions contra el Aston Villa (3-1). Los de la capital francesa siguieron su propia estela y barrieron para casa en el Parque de los Príncipes.
Las buenas sensaciones del conjunto francés empezó, de primeras, con un traspié. Se adelantó el Aston Vila ante la euforia del Príncipe de Gales, presente en las gradas del estadio parisino junto a su hijo. Morgan Rogers remató solo a bocajarro para poner por delante al conjunto de Birmingham. Pese al contratiempo, el PSG no se enervó. Se acercó una y otra vez hasta que volvió a aparecer la inminente estrella del conjunto de Luis Enrique.
Désiré Doué, futbolista que selló la Liga para el PSG unos días antes contra el Angers (1-0), firmó su enésima genialidad. Esta vez fue un chut apurado desde la frontal del área tras driblar por doquier con el balón bien pegado a los pies y terminar poniéndola en la espacio enano de la escuadra de Gianluigi Donnarumma. Con tan solo 19 años, Doué ya está siendo primordial para el equipo de Lius Enrique. El verano pasado aterrizó en el vestuario del PSG y, lejos de sentirse acomplejado o necesitar un período de adaptación, se está desenvolviendo a las mil maravillas bajo el duro escrutinio de la capital francesa.
Y si fue una auténtica barbaridad el tanto de Doué, un latigazo con la izquierda de Khvicha Kvaratskhelia tras driblar ante la defensa del conjunto inglés fue otro regalo para los espectadores que significó el segundo para los de Luis Enrique. El georgiano se marcó una carretera donde se cruzó medio campo para luego pisarla para sentar a la defensa del Aston Vila y terminar superando al Dibu Martínez sin despeinarse.
El tercero fue obra de Nuno Mendes con un bonito desmarque y un remate sobre la bocina. La eliminatoria se decidirá en el Villa Park el próximo martes (21h), donde Luis Enrique quiere empezar a redondear la (casi) perfecta temporada del conjunto parisino.