Uno de los volcanes más activos de Filipinas entró en erupción el martes por la mañana con una gran columna de ceniza que se elevó hasta 4.000 metros en el cielo.
No hubo noticias inmediatas de víctimas en la última explosión del monte Kanlaon, en el centro de la isla de Negros, pero suscitó preocupación sanitaria debido a las lluvias de ceniza que cayeron sobre los pueblos cercanos.