El Mundial de motociclismo ha conocido a decenas de pilotos de enorme categoría y de todas las categorías. Enormes. Y no solo fueron campeones. Uno de ellos se llama Alex Barros, ganador de siete grandes premios de la categoría mayor y, sobre todo, una de las personas más encantadoras que han habitado el ‘paddock’. Un auténtico señor y un tremendo piloto, que derrotó, a veces, a los más grandes de su tiempo.
Pues bien, Barros, que ahora está en su Brasil natal, intentando ayudar a su gente y a su deporte, creando proyectos de grandes pilotos como el joven de 20 años, Diogo Moreira, ha concedido una charla magistral, luminosa, sobre el Mundial de motociclismo, que, posiblemente, el año que viene vuelva a visitar Brasil “que es, no lo olvidemos, el sexto país del mundo que compra más motos y de todas las cilindradas, desde pequeñas a gordas”.
Lo más luminoso de sus explicaciones a los compañeros de Motorbike Magazine giró alrededor de su admiración por el catalán Marc Márquez, ocho veces campeón del mundo y ganador de los dos primeros grandes premios (Tailandia y Argentina), al que ve, muy fácilmente, como futuro campeón del mundo de MotoGP.
“Marc no tendrá adversarios este año”, explica Barros. “Eso no quiere decir que vaya a ganar todas las carreras, bueno, como pudimos comprobarlo, ya no ganó, por error propio, el GP de EEUU. Pero lo que sí pienso es que solo él, como creo que dijo Joan Mir el otro día, puede perder el título. Todo en el deporte de altísimo nivel se decide por detalles y Marc, que dominaba fácilmente la carrera de Austin, cometió un mínimo error y se fue al suelo. Pero ha aprendido. Marc aprende de cada uno de sus errores”.
“Marc es, hoy, mejor que aquel de 2019, que la carrera que no ganaba, acababa segundo. Por qué digo que es mejor que aquel portento de 2019, porque Marc ha bajado al infierno, ha estado en el infierno y no solo un año sino cuatro. Y, no solo eso, ha estado en el infierno queriendo, peleando, sacrificándose, sometiéndose a cuatro operaciones y un montón de rehabilitaciones”, siguió contando Barros.
«No hay un piloto con la mente, la cabeza, tan firme como Marc Márquez. Los cuatro años en el infierno le han hecho aún más fuerte y, en este sentido, que nadie intente hacerle juego psicológico porque perderá. Ya no hay nada que afecte a Marc»
“Cuando uno se pasa cuatro en el infierno y pelea, y pelea, y pelea, por salir adelante, sale mucho más fuerte. Marc podía haber bajado al infierno y quedarse un rato. Ya he ganado, tengo ocho títulos, no tengo problemas económicos, tengo la vida resuelta… todo eso y no lo ha hecho, no, se quedó padeciendo, trabajando duro y pensando que iba a salir. Y salió. Y ¿cómo salió?, pues muchísimo más fuerte que antes”.
Y, no solo eso, Barros insiste en que tras salir del infierno y tratar de reemprender su carrera deportiva en MotoGP, no tenía moto, pues Honda estaba en plena crisis. Y Marc tomó una decisión brutal, que no todo el mundo entendió, abandonando la firma alada, renunciando a decenas de millones de euros y yéndose a un equipo pequeño, satélite y familiar como Gresini Racing Team Ducati para remontar el vuelo.
“Marc ha pasado cuatro años en el infierno y ha salido mejor, reforzado, más completo. Cuando uno pasa el sacrificio y el infierno que ha pasado Marc, está a prueba de todo. Nada le puede afectar”, siguió contando el expiloto brasileño de los años 90 y 2000. “Su cabeza es la más fuerte de la parrilla. Los adversarios pueden inventarse lo que quieran, que nada, absolutamente nada, le afectará”,
Por ejemplo, explica Barros, ahora Bagnaia, que ganó en Austin “porque se cayó Marc, no lo olvidemos”, puede volver esta semana en Catar con nuevos ánimos e, incluso, intentar meter miedo a Marc. “No hay tortura psicológica que afecte a Marc después de lo que ha superado. Nada de todo eso funcionará. Incluso, puede ser peor para el que lo intente. Si le faltaba algo, que yo dudo, estos cuatro años en el infierno se lo han dado. Insisto, solo él mismo puede complicarse la conquista del título”.
“Lo de Marc es tremendo, pero es que lo que está haciendo Àlex es portentoso. Àlex lo consigue todo a base de trabajo. Lo que hace Àlex y cómo lo hace es de una enorme grandeza».
Barros, que vivió los inicios de los hermanos Márquez Alentá, habló de lo mucho y bien que se han sacrificado sus padres, Juliá y Roser, para que a sus hijos no les faltase de nada y pudieran cumplir el sueño de ser pilotos profesionales. “Lo de Marc es tremendo, pero es que lo que está haciendo Àlex es portentoso. Todos sabemos que Marc tiene ese don, esa magia y que Àlex lo consigue todo a base de trabajo. Lo que hace Àlex y cómo lo hace es de una enorme grandeza. Sacar talento a base de trabajo es algo bellísimo”.