La joven abulense Laura Butragueño Robles ha comenzado en Mombuey se “máster” en apicultura, dentro del programa de formación “Cultiva” promovido por la Unión de Pequeños Agricultores de Castilla y León, en la provincia de Zamora. La estancia formativa de esta joven ganadera procedente de Pedrobernardo comenzó este lunes y finalizará el próximo viernes, en la explotación apícola de Francisco Alonso Anta. En el acto de bienvenida a la estudiante estuvo la representante de UPA Zamora, Cristina Fernández García.
Programa Cultiva en una explotación apícola de Mombuey / Araceli Saavedra
Laura Butragueño comenzó profesionalmente con su explotación apícola en julio de 2024. Hasta ese momento el ala gerente de la cooperativa de su pueblo especializada en higo seco y aceituna para elaborar aceite de oliva. En esas fechas se dio de alta en la actividad aunque de una manera diferente “volver a lo tradicional, volver al origen. No me importa tanto la cantidad de miel que saquemos, sino el estado de las abejas, recuperar la abeja ibérica Apis Melífera ibérica”. Además de la actividad agrícola “tenemos un aula apícola, donde hacemos divulgación de la importancia de las abejas, talleres de apicultor para un día, talleres para niños” y actividades para empresas, colegios, etc.
En Pedro Bernardo no hay actualmente apicultores profesionales, y sí hay algunos aficionados al mundo de las abejas. Laura Butragueño comenzó precisamente con el único apicultor profesional que había en el pueblo, que tenía el aula apícola y hacía venta directa al pueblo, pero que se retiró. Antiguamente sí había más apicultores en el pueblo.

Programa Cultiva en una explotación apícola de Mlombuey / Araceli Saavedra
Esta joven apicultora abulense tiene “120 colmenas, la idea es crecer y hacer un mejor manejo, que estoy segura Paco me va a ayudar muchísimo”, además de continuar con el aula apícola y la divulgación de la importancia de abeja “para nuestros ecosistemas y nuestra biodiversidad”.
Para el apicultor encargado del temario formativo estos “erasmus” “son la mejor manera de compartir experiencias y formación. Salir de casa y el ir a un sitio que no conoces, encontrar con un manejo distinto, igual que en su lugar se puede hacer otro manejo, es algo enriquecedor para las dos partes”.
El periodo de formación es una semana, con un calendario de diferentes tareas que conlleva la actividad. Esas tareas “las que tocan en esta época serían el marcado de reina, la última igualación de las colmenas previa a la producción, y probablemente alimentación o sobrealimentación porque viene otra semana y pico de lluvia”. “Las colmenas ahora están muy fuertes, tienen mucho ganado, es cuando menos alimento hay porque todo lo entra lo reinvierten en seguir creciendo. La colmena en invierno tiene 8.000 abejas, 6.000 abejas, y dentro de un mes y pico llegará a las 50.000 o 60.000. Toda esa comida se acaba reinvirtiendo en poner huevos, en más larvas, en crecer más”. Si vienen unos días de lluvia, las abejas no pueden salir a trabajar y se pueden morir de hambre”.
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