La subcampeona de K1 en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, Teresa Portela, ha decidido plantarse ante la Real Federación Española de Piragüismo (RFEP) y ha renunciado a participar en las pruebas clasificatorias para formar parte del equipo nacional absoluto en la Copa del Mundo, el Europeo y el Mundial durante esta temporada.
La única española que ha disputado siete Juegos Olímpicos ha decidido interrumpir su presencia en el selectivo nacional al sentir que el organismo presidido por el expiragüista Javier Hernanz desprecia al equipo femenino de kayakistas. La canguesa ha criticado la planificación al no haberse creado un equipo nacional absoluto femenino, y que, por lo tanto, la ha dejado sin entrenador desde el mes de octubre, cuando inició la temporada.
A través de un vídeo publicado en sus redes sociales, la piragüista señaló que «después de 25 años de dedicación, esfuerzo y compromiso con mi profesión y con el desarrollo del piragüismo femenino en España, y tras la publicación, hace apenas un par de semanas, de los criterios definitivos establecidos por la RFEP, he tomado la difícil decisión de no asistir a este selectivo«.
Este no ha sido el único motivo que la ha llevado a tomar esta decisión. Los criterios de selección para formar parte del K4 chocan de modo frontal con las circunstancias personales y familiares de Teresa Portela, que a sus 42 años de edad no se plantea abandonar Galicia para concentrarse todo el año en Sevilla.
«Para mí es inviable tener que trasladarme. Desde hace 11 años mi día a día ha supuesto un desafío constante para poder equilibrar la conciliación entre mi vida familiar y mi carrera deportiva», añadía en el video publicado en su cuenta de Instagram.
Los cambios de la Federación
Los criterios que establece la RFEP apuntan que para pelear por integrar ese K4 es necesario clasificarse entre las 12 primeras deportistas en barco individual. Eso supone entrenar en Sevilla, «una condición que no contemplo», ha asegurado Portela, que además de deportista es madre.
La canguesa alude en su vídeo a la existencia de otras posibilidades más equilibradas en su opinión, como la de que las plazas del K4 se adjudiquen en una competición abierta a la que cualquier palista desde cualquier parte de España pueda presentarse, «y no limitarla a quienes estén concentradas en Sevilla».
Teresa Portela ha reconocido que «no es un momento fácil, pero la vida está llena de retos y cada uno nos impulsa hacia el siguiente, por ello sigo entrenando, pretendiendo mantener la ilusión, en busca de un nuevo reto«.
«Quiero afrontarlo desde un inicio con nuevos objetivos, desafiantes y motivadores, que me permitan seguir disfrutando de mi carrera profesional y de la oportunidad de representar nuevamente a España, con orgullo», concluyó dejando claro que no se plantea la retirada.