En particular, para los salarios, el tipo medio de la retención que las empresas aplican sobre las nóminas de sus trabajadores escaló hasta el 17,1% en 2024 (desde el 16,8% del año anterior y desde el 15,5% de 2019). Por su parte, la ‘mordida’ media sobre las pensiones pasó del 9,6% de 2023, al 10% en 2024 (desde el 7,8% de 2019).
¿Por qué subió la presión fiscal del IRPF?
En realidad, el aumento de la presión fiscal sobre salarios y pensiones en 2024 no se explica por un cambio legal del Gobierno que hiciera subir el impuesto para este tipo de rentas. Antes, al contrario. El único cambio normativo en el IRPF de los salarios y de las pensiones que se aplicó el año pasado fue para introducir una mayor reducción por rendimientos del trabajo para las nóminas más bajas. Esto supuso un ahorro para trabajadores y pensionistas de 1.560 millones de euros en retenciones en el conjunto del año, según datos de la Agencia Tributaria.
¿Si no subió el IRPF, por qué aumentó el año pasado el porcentaje de retención sobre nóminas y pensiones? La propia Agencia Tributaria explica que eso tuvo que ver con la propia subidas de los salarios (en el entorno del 5%, en media) y de las pensiones (la pensión media subió el 5,3% en 2024). Lo cierto es que, además, este efecto se ve agravado por la renuncia del Gobierno a corregir el efecto de la inflación en la tarifa del impuesto sobre la renta. La no deflactación de la tarifa provoca que determinados salarios o pensiones acaben saltando a un tramo superior en la tarifa del IRPF (con un porcentaje más alto de gravamen en la escala del impuesto) por el simple hecho de haber encajado una subida en sus nóminas similar a la inflación.
Según cálculos de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), cada contribuyente ha pagado 725 euros más en el IRPF por la inflación acumulada desde 2021, cuando empezó la escalada de los precios.
En la misma dirección, cálculos del Registro de Economistas Asesores Fiscales (Reaf), del Consejo de Economistas, estiman que un contribuyente con una renta de 25.000 euros, ha pagado hasta 207 euros más en el acumulado de los tres últimos años por la no deflactación de la tarifa estatal del IRPF. Para el ejemplo de un contribuyente de 30.000 euros , esta ‘sobretributación’ puede llegar a los 255 euros. Para otro con una renta de 45.000 alcanza los 427 euros. El plus acumulado en 2022, 2023 y 2024 llega a los 1.510 euros para el caso de contribuyentes con una renta de 300.000 euros.
Cuarto récord consecutivo de recaudación
De un modo u otro, la recaudación por parte de la Agencia Tributaria de los diferentes impuestos marcó en 2024 su cuarto récord consecutivo, hasta rozar los 300.000 millones de euros, impulsada por la creación de empleo, el aumento de los salarios, los crecientes beneficios de las empresas y el desmantelamiento de algunas de las rebajas fiscales para energía y alimentos que se habían adoptado con anterioridad para luchar contra la inflación. En concreto, la recaudación total (IRPF, Sociedades, IVA, e impuestos especiales) alcanzó los 294.734 millones de euros, casi 23.000 millones más que en 2023.
Así, la recaudación total creció el 8,4% respecto al año anterior, por encima de lo que subió la economía en términos nominales (el 6,2%) y ello fue a pesar de que las medidas normativas adoptadas por el Gobierno y los cambios en la gestión de impuestos supusieron un ahorro para los contribuyentes de 2.008 millones de euros, según datos del informe de recaudación hasta el mes de diciembre publicado por la Agencia Tributaria.
Por un lado, hubo subidas de impuestos (por la retirada de rebajas fiscales a energía y alimentos, sobre todo). Por otro lado, hubo rebajas para los salarios bajos y para las pymes (entre otras). También hubo algunas devoluciones extraordinarias (caso de los mutualistas). El resultado fue un saldo neto de 2.008 millones a favor de los contribuyentes.
Ingresos por IRPF
En particular, la recaudación total por el IRPF también batió su propio récord en 2024, al alcanzar la cifra de 129.408 millones de euros . Es una cantidad que, por ejemplo, duplica con creces lo que se recaudaba por el IRPF en el año 2000 (36.766 millones), incluso después de actualizar esta cuantía con el efecto de la inflación (63.200 millones de hoy). La existencia de una economía más ancha y los cambios en el impuesto son los dos factores que explican esta explosión de los ingresos.
La recaudación por IRPF de 129.408 millones representó un aumento del 7,6% sobre la de 2023 (9.100 millones más), a pesar de que los cambios normativos y de gestión restaron 3.200 millones a lo ingresado por esta impuesto en la Agencia Tributaria. El año pasado, no solo se aplicó un mayor reducción por rendimientos del trabajo en el IRPF. Además, la Agencia Tributaria encajó la devolución de 1.435 millones de euros a mutualistas afectados por la reciente sentencia a su favor del Supremo. Por su parte, las medidas para paliar los efectos de la dana , restaron 302 millones a los ingresos del IRPF del año pasado.
El empuje del ahorro
Los ingresos de 2024 por el impuesto sobre la renta, no solo se vieron impulsados por el aumento del empleo (medio millón más de cotizantes) y de los salarios y las pensiones. Además, la Agencia Tributaria logró ingresar casi 2.000 millones adicionales de las rentas procedentes del capital, gracias a la subida de los tipos de interés (por la mayor remuneración de las cuentas bancarias ), a la compra masiva de deuda pública por particulares, al reparto de dividendos por los mayores beneficios obtenidos por las empresas y a las ganancias crecientes derivadas de los fondos de inversión .
Además, este tipo de rentas aún se vieron afectadas en 2024 por una subida de la escala de gravamen sobre el ahorro que había entrado en vigor en 2023, para rendimientos superiores a los 200.000 euros.
En resumen, los ingresos en el IRPF por retenciones sobre las rentas de capital mobiliario (cuentas corrientes, deuda pública y dividendos) subieron más de un 40%, hasta alcanzar los 5.468 millones de euros, la cuantía más alta desde 2009 . Por su parte, las retenciones practicadas sobre los fondos de inversión subieron el 70%, hasta los 881 millones de euros, la cuantía más elevada desde 2008 (con la excepción puntual que se produjo en 2021).
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