El X-22 despegó como helicóptero y voló como avión desde 1966

Bell Aerospace desarrolló el X-22 para explorar el potencial de los ventiladores inclinables en aeronaves VTOL, marcando un precedente clave para futuros diseños como el V-22 Osprey.

La Marina de EE. UU. impulsa el desarrollo de un avión VTOL táctico

El Bell X-22 fue una respuesta directa a los requerimientos de la Marina de Estados Unidos en 1962 de crear un avión con capacidad de despegue y aterrizaje vertical (VTOL), capaz de operar desde barcos pequeños o terrenos no preparados. El contrato fue adjudicado a Bell Aerospace, que desarrolló dos prototipos bajo la designación interna Modelo D2127. Esta aeronave se diseñó con cuatro ventiladores de conductos inclinables, cada uno con hélices de tres palas, montados en alas delanteras y traseras.

El sistema de propulsión incluía cuatro motores General Electric YT58-GE-8D, capaces de entregar 1,267 caballos de fuerza cada uno. Las turbinas se ubicaban en las alas traseras y estaban conectadas a los ventiladores mediante transmisiones mecánicas, una configuración compleja pero innovadora para la época.

El X-22 fue desarrollado como una plataforma experimental destinada a estudiar no solo el comportamiento aerodinámico de los ventiladores de conductos, sino también su viabilidad operativa en escenarios tácticos, como transporte de tropas o carga ligera.

Características técnicas fundamentales del Bell X-22

  • Velocidad máxima: 515 km/h (320 mph)
  • Alcance estimado: 724 km (450 millas)
  • Peso máximo al despegue: 6,350 kg (14,000 lb)
  • Carga útil: hasta 544 kg (1,200 lb)
  • Dimensiones: 12 m de largo, 11.96 m de envergadura, 5.24 m de altura
  • Tripulación: 2 personas + 6 pasajeros o equivalente en carga

La transición entre vuelo vertical y horizontal marca un hito tecnológico

El primer vuelo del X-22 se llevó a cabo el 17 de marzo de 1966 en las instalaciones de Bell en Niagara Falls, Nueva York. El prototipo 151520 demostró la funcionalidad del diseño, pero sufrió un accidente en agosto de ese año debido a una falla hidráulica. En 1967, el segundo prototipo (151521) se incorporó al programa con mejoras que incluían un sistema de control de vuelo variable desarrollado por el Laboratorio Aeronáutico de Cornell.

Las pruebas con el segundo prototipo confirmaron la capacidad de la aeronave para realizar transiciones fluidas entre el vuelo vertical y horizontal. El sistema de control utilizaba la inclinación de los ventiladores y superficies de control convencionales posicionadas dentro de las corrientes de empuje, lo que otorgaba al X-22 un manejo estable en múltiples configuraciones.

Los ensayos también validaron despegues verticales con góndolas en posición ascendente y despegues cortos con las hélices inclinadas a 45 grados, lo que ofrecía flexibilidad operativa adicional en misiones de campo.

El programa se interrumpe por límites técnicos y presupuesto

A pesar del rendimiento logrado, el X-22 no alcanzó los 525 km/h exigidos por el contrato, lo que sumado a la complejidad del sistema de propulsión y la limitada capacidad de carga, disminuyó su viabilidad como plataforma operativa. En 1970, el programa fue cancelado, con solo un prototipo funcional restante tras el accidente del primero.

El avión sobreviviente continuó en uso como banco de pruebas en Cornell hasta 1988, proporcionando datos esenciales sobre dinámica de vuelo VTOL y estabilidad en configuraciones híbridas. Actualmente, el único ejemplar restante está almacenado en el Museo Aeroespacial de Niagara, aunque no está en exhibición activa.

El papel de los V-22 Osprey en las operaciones de transporte
V-22 Osprey

El proyecto del X-22 reveló tanto el potencial como las dificultades de implementar ventiladores de conductos inclinables en aeronaves de uso militar. Aunque no superó la etapa experimental, sus lecciones resultaron fundamentales para desarrollos futuros.

Su legado técnico influyó en el V-22 Osprey y otros tiltrotors

Tras la cancelación del X-22, Bell orientó su experiencia hacia una configuración más prometedora. En 1977, la empresa presentó el Bell XV-15, un tiltrotor experimental que logró superar las capacidades del X-22 y sentó las bases para el exitoso V-22 Osprey.

El V-22, que comenzó a operar en 2007, adopta un sistema de rotores basculantes completos, una solución que mejora la eficiencia aerodinámica, la maniobrabilidad y la fiabilidad. Hoy, el Osprey opera con el Cuerpo de Marines, la Fuerza Aérea y la Marina de EE. UU., y ha sido exportado a Japón. Su velocidad supera los 565 km/h, con un alcance superior a los 1,600 km, y capacidad de carga muy superior al X-22.

Aunque con tecnologías distintas, el X-22 demostró principios clave como la viabilidad de combinar empuje vertical y vuelo horizontal, abriendo el camino a décadas de innovación en aviación táctica de despegue vertical.

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